El pleno ordinario que está desarrollando en la jornada de hoy en el Ayuntamiento de Cádiz ha tenido que ser suspendido durante diez minutos por un rifirrafe entre el portavoz del Grupo Popular, Ignacio Romaní, y el concejal de Ganar Cádiz en Común que ocupaba de forma accidental la presidencia, Martín Vila, por una pancarta portada por miembros del público que rezaba «P.P. corrupto y lacayo de los sectores estratégicos del sistema capitalista (energía, finanza, …)». Martín Vila eludió ordenar la retirada de la pancarta tras consultar al secretario municipal, lo que provocó una airada reacción desde la bancada popular.
Tras el altercado Ignacio Romaní ha reprobado “la cooperación necesaria e interesada de Martín Vila que –ocupando de manera accidental la presidencia del Pleno de hoy- se ha negado a cumplir el Reglamento Orgánico del Ayuntamiento de Cádiz que estipula que no se permitirán manifestaciones de agrado o desagrado ni de ningún otro tipo, para lo que el Presidente tiene que proceder a la expulsión de la Sala de cualquier otra persona del público que, por cualquier causa, impida el normal desarrollo de la sesión”.
Romaní ha señalado que la actitud de Martín Vila, “intentando que el secretario municipal asumiera lo que era responsabilidad única de esa presidencia y ha permitido la comisión de un delito de calumnias, injurias y desorden público totalmente demostrable, por parte de los reventadores profesionales que vienen a jalear al gobierno de Podemos en cada pleno. Y suponemos que el señor Vila debería saber que aquel que tiene la capacidad para impedir la comisión de un delito y no la ejerce se puede convertir en cooperador necesario”.
El portavoz popular calificó de “verdadera vergüenza que durante bastantes minutos el argumento esgrimido por Vila para hacer cumplir la Ley era pedir por favor que se retirara una pancarta calumniosa porque los concejales del PP se sentían ofendidos, en vez de ordenar inmediatamente la identificación de los presuntos delincuentes y su desalojo”.
El señor Martín Vila, como alcalde accidental en ese momento, en el Pleno, es un “inconsciente absoluto de la vulneración de la Ley que ha permitido hoy, y no se entiende cómo siendo licenciado en Derecho, desprecie como lo ha hecho el código penal y nuestro ordenamiento jurídico, lo que pone una vez más en entredicho su capacidad política y personal. Pero que no se preocupe porque nuestro ordenamiento jurídico le hará cumplir lo que el ha incumplido a sabiendas”.