La Policía Nacional de Jerez de la Frontera, a través de la unidad especializada contra el tráfico de estupefacientes, ha desmantelado un total de siete plantaciones de marihuana ubicadas en el interior de varias viviendas de este municipio gaditano y ha detenido a nueve personas que no tenían relación ninguna entre ellas.
En total se han incautado de cuatro kilos de marihuana ya preparada y manipulada para la venta junto con 1.520 plantas de gran tamaño dispuestas para una inmediata cosecha, ha detallado la Policía Nacional en una nota.
Junto a esto se ha incautado también de una enorme cantidad de aparatos eléctricos, lámparas halógenas, sistemas de riego y consolas de aire acondicionado como objetos necesarios del delito.
En concreto, las plantaciones se han hallado en viviendas del casco urbano de la ciudad, en las barriadas del Pago de San José, San Telmo Viejo, Torresoto, Federico Mayo y la barriada de la Constitución, también conocido como el Mopu, dentro de las denominadas operación Negro y operación Green.
Los nueve detenidos han sido acusados como presuntos responsables de delitos contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico, ya que todas y cada una de las instalaciones se nutrían de electricidad mediante enganches ilegales a la red. Todos ellos fueron trasladados a las dependencias policiales de Policía Nacional, donde se confeccionaron los oportunos atestados policiales. Una vez finalizadas, fueron puestos a disposición de los distintos juzgados de Instrucción en funciones de guardia.
En la última de las operaciones colaboró activamente la unidad especializada en este tipo de delitos de la cercana localidad de El Puerto de Santa María (Cádiz), como ha apuntado la Policía Nacional.
Con estas actuaciones, se continúan las operaciones dirigidas a la lucha contra la instalación de plantaciones interiores de marihuana dentro de inmuebles de viviendas. Según ha explicado, este tipo de instalaciones orientadas al cultivo acelerado de marihuana con semillas transgénicas suponen un serio peligro para la salud pública y para el colectivo más joven, además de ser una fuente de inseguridad y perdida de calidad de vida para el resto de vecinos afectados al residir en zonas cercanas o colindantes.
Los sistemas de riego de este tipo de plantaciones suponen humedades y filtraciones en los domicilios cercanos y la instalación de maquinaria de aire acondicionado industrial activos durante las 24 horas de día genera ruidos altamente molestos. Al estar con instalaciones de alumbrado ultravioleta, se nutren de importantes cantidades de fluido eléctrico a través de enganches ilegales en cuadros de luces que suponen un alto riesgo de incendio por sobrecarga.