Dicen que la política es un mundo plagado de sinsabores, un ámbito en el que las críticas y los éxitos van y vienen de forma rápida, pero siempre hay algo que prevalece sobre todo aquello que parece que pesa más en la balanza de lo negativo, y es el valor humano de las personas que conoces en el desarrollo de esta actividad. Personas que marcan, personas que son ejemplo, personas que te hacen creer en la POLÍTICA (sí, con mayúsculas).
La política te da la opción ver en primera persona que existe una vocación de servicio público real. Una vocación de ayudar a los vecinos, de mejorar la ciudad, de tener miras y esperanza sobre las posibilidades que tiene, en este caso, Cádiz. Una de esas personas, con mucha diferencia, fue Carlos Díaz, un alcalde que dejo muestra de su gran personalidad en varias generaciones de socialistas y de gaditanos. Un alcalde que fue alcalde de todos, muy por encima de los colores políticos. En un momento, además, como fue la transición democrática, en el que había que saber aunar diferentes sentimientos y maneras de pensar para avanzar en positivo en la historia de nuestro país.
Carlos Díaz conseguía eso: aunar en torno al diálogo, al consenso. Sabía escuchar. Era cercano. Amable. Austero. Tenía carisma y trascendía las siglas. Era querido y respetado. Esa forma de ser y las multitud de anécdotas que conllevaba, cautivó al pueblo de Cádiz, que durante años le mantuvo al frente de la alcaldía. Era un trabajador incansable, lo que unido a su visión para proyectar una ciudad, fue fundamental para transformar y modernizar Cádiz.
Pero hoy no es el día de enumerar los muchos logros, ni de echar la vista hacia atrás sobre si el reconocimiento le llegó demasiado tarde. Estas palabras son para mostrar cariño, respeto y agradecimiento, el día que Cádiz llora la perdida de una figura fundamental de su historia reciente.
Carlos Díaz recibió en vida el cariño y el respeto de la ciudad en el día a día de su ejercicio y al ser nombrado hijo adoptivo en 2022.
Y recibió el cariño y el respeto de su partido en forma de homenaje y con el reconocimiento de poner su nombre a la sala de la agrupación local para garantizar que cada día su figura está presente.
A Carlos Díaz, que seguirá estando en la memoria colectiva, para muchos como el mejor alcalde que ha conocido nuestra ciudad, debemos estarle agradecidos los gaditanos por la transformación que hizo de Cádiz, los socialistas por ser ejemplo de gestión y buen hacer y, personalmente, por ser el alcalde de un niño de los 80 que a día de hoy, sigue creyendo en la POLÍTICA (con mayúsculas) gracias a referentes como él.
Gracias Carlos.
José Ramón Ortega
Secretario General Agrupación Municipal de Cádiz