La gran ventaja de viajar en coche es la libertad que te brinda. Nosotros proponemos una ruta, pero el lector decide los tiempos y los posibles cambios. Y si te apetece quedarte todo el día en esa playa, en ese parque natural o en ese tranquilo pueblo de pescadores, ¿quién te lo impide? Un buen viaje es aquel que está minuciosamente planificado pero que, sobre la marcha, modificaremos según nos apetezca.
¿Cómo escoger qué ruta hacer?
El libro está pensado para poder leerlo con calma y escoger entre todos aquella ruta que más se adapte a nuestras preferencias. Hemos intentado que las rutas propuestas ofrezcan un amplio abanico de
posibilidades, pues Europa tiene paisajes y opciones para todos los gustos. Es aconsejable involucrar a los niños en la decisión, para que desde un principio participen en el viaje y se sientan partícipes de la organización del mismo.
¿Qué habéis tenido en cuenta para diseñar las rutas?
Por un lado que no haya demasiadas horas de coche. Por el otro, que combinen diversión pura (playa, parques de atracciones…) con actividades didácticas (museos o visitas culturales) que puedan resultar interesantes a todos los miembros de la familia.
Cuando hablamos de niños… ¿de qué edades estamos hablando?
De niños mayores de cinco años. Por debajo de esta edad no recomendamos una ruta en coche; mucho mejor unas vacaciones en un sitio fijo desde donde podamos hacer alguna escapada.
¿Cómo conseguir que a los niños les interese un museo?
Lo principal es no abusar de museos. Los que hemos incluido en la guía creemos que son adecuados para niños pero siempre es conveniente, para que los disfruten, que les hayamos explicado previamente cosas sobre qué vamos a ver. Y también conviene tener claro que no hay visitas obligadas y menos de un museo de una temática que no conozcamos.
¿Qué presupuesto calculáis para hacer las rutas?
Viajar no es barato, pero tampoco tan caro como puede parecer. Una de las ventajas del viaje en coche es que podemos adaptar la ruta a nuestro presupuesto. Nos permite escoger entre hoteles de cinco estrellas y buenos restaurantes o ir de camping y comprar la comida en supermercados. Eso sí: a algunos destinos más lejanos, como por ejemplo Suecia, recomendamos llegar con avión y alquilar allí un coche, por lo que evidentemente resultarán más caros.