El Boletín Oficial del Estado ha publicado hoy la adjudicación a la UTE CANTERAS-RETRODER-DI2 de las obras de construcción del ‘Proyecto de Construcción de actuaciones de estabilización y mejora de la seguridad en los acantilados de Fuente del Gallo’, en Conil de la Frontera, licitadas por la Dirección General de la Costa y el Mar.
Este organismo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha encargado a la citada UTE estos trabajos, que cuentan con financiación europea (fondos FEDER) por importe de 1.348.568,57 euros y un plazo de ejecución de ocho meses.
Costas ya había actuado con anterioridad en esta zona de Conil, que cuenta con algunos tramos con pendiente prácticamente vertical de hasta 20 metros. Al pie del mismo se encuentra una playa frecuentada por bañistas.
El acantilado se encuentra en proceso erosivo y sufre constantes desprendimientos, que incluso produjeron la muerte de una bañista en 2016, lo que ha ido llevando a la ejecución de proyectos de emergencia de forma consecutiva, tanto en 2005 como en 2010, consistiendo éstos en la construcción de una protección de escollera en la base, una cuneta en la coronación y la protección del acantilado mediante mallas. En el año 2017 se llevó a cabo otra obra de emergencia, actuando sólo sobre parte del acantilado.
Descripción del proyecto
Los trabajos a realizar en los acantilados de Fuente del Gallo, divididos en seis tramos, incluyen actuaciones destinadas directamente a la mejora de estabilidad de dichos accidentes naturales y reducción de riesgos, además de actuaciones cuyo fin es la mejora de la seguridad mediante el uso de cartelería informativa y cerramiento.
A lo largo de todo el acantilado se llevará a cabo en primer lugar un desbroce de elementos vegetales mediante medios mecánicos que permitan llevar a cabo los trabajos con mayor facilidad, además de eliminar aquellas unidades vegetales que pongan en peligro la estabilidad de bloques en el talud.
A continuación, se procederá a sanear mediante medios mecánicos y manuales aquellos bloques inestables que pongan en peligro la seguridad, tanto de los viandantes como de los trabajadores implicados en las obras, especializados en actuaciones en altura, mientras éstas se estén ejecutando.
Posteriormente se retirarán del pie del acantilado aquellos bloques y detritus desprendidos, además de la escollera existente donde sea necesario.
En algunos tramos se insertarán drenes perforados que permitan la salida de las aguas del interior del acantilado. En la base del mismo se consolidarán los huecos que pudieran dar lugar a erosión en el pie y, se colocarán bloques de escollera para proteger el pie del acantilado.
A lo largo de la coronación del acantilado se instalará un vallado cinegético para limitar el acceso peatonal y, además, se cerrarán al uso público tres tramos de playa donde no puede garantizarse la seguridad de los usuarios. Asimismo, se instalará señalización de advertencia en distintos puntos.
En los primeros tramos (los más próximos al municipio) se instalará en la coronación del acantilado una cuneta para drenar las aguas pluviales y se encauzará su salida hacia el talud del acantilado, protegido para evitar su erosión, por medio de arqueta prefabricada de hormigón.
Se procederá también a la restauración de la escalera de acceso a la playa ubicada en el tramo más próximo al municipio. También se colocarán carteles de advertencia de desprendimiento en el talud de los acantilados, cada 50 metros y en los accesos a la playa.