La narcolancha pilotada por Kiko ‘el cabra’, apuntada en un primer momento de ser la que embistió a una embarcación de la Guardia Civil el 9 de febrero en el puerto de Barbate (Cádiz) matando a dos de ellos, llevaba seis tripulantes en la noche de los hechos, de los cuales cuatro no contaban con antecedentes penales previos, y siendo tres de ellos mecánicos que habían acudido al puerto barbateño esa misma mañana para arreglar uno de los motores de la embarcación.
El Juzgado de lo Penal número 5 de Cádiz, tras un acuerdo de conformidad con la Fiscalía con los seis tripulantes de la narcolancha, dictaba sentencia, fechada el pasado 6 de noviembre, en la que condenaba a los seis por un delito de contrabando y, además, a tres de ellos (a excepción de los tres mecánicos) por pertenencia a grupo criminal.
La sentencia, recogida por Europa Press, da por hechos probados que la tripulación, de la embarcación de alta velocidad de 14 metros de eslora y cuatro motores de 300 caballos, había accedido a ella en Sanlúcar de Barrameda el día 8 de febrero de 2024, jueves, al medio día, «siguiendo instrucciones del líder de un grupo criminal dueño de la embarcación que la había puesto a su disposición para la realización de transportes bajo sus órdenes».
Así, como consecuencia del fuerte temporal que azotaba la costa gaditana, el piloto Kiko ‘el cabra’ decidió resguardarse en el puerto de Barbate, lugar al que llegaron el mismo jueves, permaneciendo allí a la espera de que mejorarse el tiempo. Una vez en el puerto, uno de los motores no funcionaba correctamente por lo que uno de los acusado llevó a cabo las gestiones con el dueño de la embarcación para recibir instrucciones, contactando, ya el día 9 de febrero, con unos mecánicos que acudirían a reparar la avería.
Estos tres llegaron al puerto sobre las 15,00 horas del día 9 de febrero con los utensilios necesarios para arreglar la avería y hacer una revisión de los motores, permaneciendo varias horas a bordo de la embarcación, hasta que quedaron listos por la tarde.
Según recoge la sentencia, en ese momento, en el puerto se hallaban miembros de la Guardia Civil que acudieron ante la presencia en el lugar de otras cinco embarcaciones de alta velocidad desde el día anterior, por lo que los mecánicos no pudieron bajar a tierra desde la embarcación, permaneciendo en ella hasta que «sobre las 20,30 abandonaron el puerto, dirección primero a Sotogrande, donde desembarcaron los tres mecánicos y fueron detenidos, y luego hasta la playa de La Hacienda, en La Línea de la Concepción, donde descendieron los otros tres acusados, que también fueron detenidos, quedando embarrancada la embarcación».
Además, la sentencia recoge que los seis acusados desde su primera declaración han reconocido la comisión de los delitos (de contrabando) y han ofrecido los datos que conocían de otra embarcación de alta velocidad que se encontraba esa noche en el puerto de Barbate y que embistió a una zodiac ocupada por funcionarios de la Guardia Civil que prestaban servicio en la zona, con el resultado de dos fallecidos y varios heridos.
Por ello, han sido condenado a penas de entre un año y siete meses de prisión para los tres mecánicos por un delito de contrabando y dos años de prisión por los delitos de contrabando y pertenencia a grupo criminal a los otros tres. No obstante, se suspende la ejecución de las penas privativas de libertad para todos condicionando a que no delincan durante un periodo de tiempo que va entre los dos y tres años.