La concejala de Asuntos Sociales, Ana Fernández, ha informado que esta semana se inicia una nueva edición del curso ‘Los adultos aprenden’ organizado por la Delegación Municipal de Asuntos Sociales con el objetivo de dar respuesta a las deficiencias formativas básicas detectadas en padres, madres y o tutores que se atienden desde el área de Justicia Social.
Ana Fernández ha avanzado que este programa que se inició en el curso 2005/2006 volverá a contar por segundo año consecutivo la admisión de usuarios que, una vez obtenidos el título de Graduado, deciden matricularse oficialmente en otra formación posterior como un grado medio o el bachiller. «Es necesario seguir avanzando en el camino que se inicia con la formación básica puesto que cuanto más formados estén los usuarios, más opciones de encontrar un empleo tendrán».
Esta iniciativa, según explica la concejala, aspira por un lado ofrecer una formación mínima a los padres, madres y o tutores que se atienden desde el área de Familia pero también persigue «romper con el alejamiento de las instituciones educativas que suelen tener, mejorar la relación con el profesorado, reducir las cifras de absentismo y mejorar el seguimiento escolar de sus hijos, entre otros aspectos».
Así ha destacado el «compromiso» que institución y alumno adquieren al participar este programa puesto que el usuario recibe una ayuda económica determinada por el número de menores que convivan en el domicilio familiar a cambio de asistir y participar en el desarrollo de las clases.
Ana Fernández ha destacado y agradecido la participación de los centros de educación permanentes de adultos Viento de Levante, Aula de Adultos del Centro Cultural La Viña, Pintor Zuloaga y centro de adulto Jaime Balme que son los que forman a los usuarios de esta iniciativa además de informar mensualmente sobre el desarrollo de los mismos.
El perfil de usuarios de este programa es el de ciudadanos y ciudadanas que han sufrido exclusión por haber carecido o carecer de las suficientes posibilidades, oportunidades y recursos. Ante esto, la iniciativa proporciona una respuesta programática propia a sus carencias culturales, educativas y formativas en las mismas zonas desfavorecidas en las que se producen desarrollando una práctica educativa a través de la reflexión la teoría y de la experiencia generadas en el trabajo colectivo.