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Opinión

OPINIÓN – La UCA vuelve a dar la espalda a Cádiz: un historial de decisiones que alejan el conocimiento de la capital

Cádiz pierde protagonismo académico mientras la UCA concentra titulaciones y eventos en otros municipios

Hace más de diez años, la Universidad de Cádiz (UCA) tomó una decisión que marcaría el futuro universitario de la ciudad: trasladó las titulaciones de Ingeniería del campus de Cádiz al campus de Puerto Real. Esta mudanza, que afectó a aproximadamente 3.000 personas entre estudiantes, profesorado y personal administrativo, supuso una pérdida notable de alumnado universitario en la capital, un impacto que la UCA nunca ha compensado.

Puerto Real se convirtió en el epicentro de la formación en ingeniería, con grados en áreas como Aeroespacial, Diseño Industrial, Eléctrica, Electrónica, Informática y Mecánica, además de dobles grados y másteres especializados. La ciudad se dotó de infraestructuras modernas y conexiones de transporte reforzadas, pero Cádiz quedó desprovista de la vitalidad académica que genera la presencia estudiantil.

Años más tarde, surgió la posibilidad de trasladar la Facultad de Ciencias de la Educación a Cádiz, una medida que habría ayudado a recuperar parte del alumnado perdido. Sin embargo, la UCA ha dado carpetazo a ese proyecto y ha decidido implantar en la ciudad el grado de Farmacia en el emblemático edificio Valcárcel, cuya rehabilitación con fines universitarios comienza en 2025. Aunque el proyecto supone una inversión cercana a los 20 millones de euros y recupera un edificio histórico, no compensa la pérdida de ingenieros y estudiantes de educación que años atrás se marcharon a Puerto Real.

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La situación se repite con la Noche Europea de los Investigadores, un evento de divulgación científica que la UCA celebraba tradicionalmente en Cádiz cada tres años, como así ha ocurrido en 2019 y 2022. En 2025, por primera vez, la cita tendrá lugar en San Fernando, dejando de nuevo a la capital fuera de una actividad que fortalece la relación entre ciencia y ciudadanía.

Estos hechos evidencian un patrón preocupante: la UCA sigue tomando decisiones estratégicas que, en la práctica, relegan a Cádiz frente a otras localidades de la provincia. La ciudad, que históricamente ha sido núcleo universitario y cultural, sigue viendo cómo se pierden oportunidades de desarrollo académico y social sin que exista una estrategia compensatoria clara.

La UCA debe asumir su responsabilidad histórica con Cádiz y garantizar que la capital recupere el protagonismo perdido en la educación superior, la investigación y la vida académica.

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