La Venta de Vargas reabre bajo la gestión de la familia Picardo mientras continúa a la espera de comprador
El histórico restaurante de San Fernando, cuna artística de Camarón de la Isla y referente gastronómico gaditano, mantiene su actividad con normalidad pese a seguir en venta

La emblemática Venta de Vargas de San Fernando (Cádiz) ha reabierto sus puertas tras el cierre por vacaciones y continuará, “por el momento”, bajo la gestión de la familia Picardo, actual propietaria, mientras prosigue la búsqueda de un comprador para el histórico establecimiento donde Camarón de la Isla ofreció sus primeras actuaciones siendo un niño.
En un comunicado, la familia Picardo ha anunciado la vuelta a la actividad habitual este jueves, recuperando su horario y sus tradicionales propuestas culturales y gastronómicas. “El histórico restaurante isleño, recientemente reconocido como Mejor Venta de la Provincia en los Premios Gurmé 2025, afronta esta nueva etapa con ilusión renovada y el compromiso de seguir ofreciendo lo mejor de su cocina y su esencia flamenca”, señalan los propietarios.
La familia, que lleva cuatro generaciones al frente del negocio, ha aclarado que la Venta de Vargas sigue en venta, aunque mantendrá su funcionamiento con total normalidad hasta que se concrete una posible adquisición. “Les atenderemos como siempre, manteniendo la calidad, el servicio y la tradición que caracterizan a esta casa”, destacan en el comunicado, en el que expresan su agradecimiento por el apoyo y cariño recibido por clientes y visitantes.
La decisión de vender el negocio, anunciada en enero de 2025, responde a la falta de relevo generacional, ya que la quinta generación de la familia no tiene previsto continuar con la gestión del restaurante. En septiembre se llegó a plantear una posible compra por parte de un empresario local afincado en Madrid, aunque finalmente el acuerdo no llegó a concretarse.
El Ayuntamiento de San Fernando también mostró interés por la situación de la Venta y llegó a mantener reuniones con la familia Picardo para analizar su puesta en el mercado e incluso estudiar la posibilidad de una adquisición pública si no se encontraba comprador privado, dada la importancia del establecimiento como símbolo cultural e histórico de la ciudad.
Fundada en 1921 bajo el nombre de Venta Eritaña y rebautizada como Venta de Vargas en 1937, cuando Juan Vargas tomó las riendas del negocio, la venta se consolidó como un referente del flamenco y la gastronomía gaditana. En sus mesas se gestaron recetas tan icónicas como las tortillitas de camarones, y por su escenario pasaron figuras legendarias del cante, entre ellas Manolo Caracol, La Perla de Cádiz o Camarón de la Isla.
Hoy, más de un siglo después de su apertura, la Venta de Vargas sigue siendo lugar de peregrinación para los amantes del flamenco y la cocina tradicional andaluza. Mientras espera un nuevo propietario, la familia Picardo insiste en su deseo de mantener vivo el legado del establecimiento: “Nuestros ancestros pueden estar tranquilos. Esta casa seguirá siendo un punto de encuentro para todos los que sienten la Venta como parte de su historia”.
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