¿Qué es el Parlamento Europeo y cuáles son sus funciones?
El Parlamento Europeo es la única institución de la Unión elegida directamente por la ciudadanía y desempeña funciones legislativas, presupuestarias y de control democrático junto al Consejo y la Comisión.

El Parlamento Europeo constituye una de las instituciones centrales de la Unión Europea (UE) y la cámara que representa de forma directa a los ciudadanos de los 27 Estados miembros. Sus eurodiputados son elegidos cada cinco años por sufragio universal directo, lo que lo convierte en el único órgano europeo con elección directa por parte del electorado.
Junto al Consejo de la Unión Europea y a la Comisión Europea, forma el núcleo del funcionamiento institucional de la Unión. Mientras el Consejo defiende los intereses de los Estados miembros y la Comisión vela por el interés general de la Unión y la aplicación de los tratados, el Parlamento actúa en representación de los ciudadanos europeos, garantizando la transparencia y el control democrático del resto de instituciones.
Sedes y competencias
El Parlamento Europeo cuenta con tres sedes: la oficial en Estrasburgo (Francia), donde se celebran los plenos principales; el edificio de Bruselas (Bélgica), que acoge la mayor parte de las comisiones parlamentarias; y Luxemburgo, donde se encuentra la Secretaría General.
Los poderes del Parlamento han crecido progresivamente con los distintos tratados europeos, hasta consolidarlo como un actor clave en la orientación del proyecto europeo. Sus funciones se agrupan en tres grandes áreas:
- Competencias legislativas: aprueba la legislación de la UE conjuntamente con el Consejo, revisa el programa de trabajo de la Comisión y puede solicitar nuevas propuestas legislativas.
- Competencias presupuestarias: decide junto al Consejo el presupuesto anual de la Unión y valida el Marco Financiero Plurianual.
- Funciones de supervisión: ejerce control democrático sobre el resto de instituciones, elige a la presidencia de la Comisión y aprueba al Colegio de Comisarios. También puede retirar su confianza mediante una moción de censura.
Además, el Parlamento debe pronunciarse sobre las ampliaciones de la Unión y determinados acuerdos internacionales, y coopera activamente con los parlamentos nacionales en asuntos europeos.
Composición del Parlamento Europeo
El Parlamento está compuesto por un máximo de 751 eurodiputados, incluido su presidente o presidenta. El número de representantes por país se asigna según la población, pero mediante proporcionalidad decreciente: ningún Estado puede tener menos de seis ni más de 96 eurodiputados, lo que favorece la representación de los países menos poblados.
En la legislatura finalizada en 2024 el Parlamento contaba con 705 miembros. Tras las elecciones celebradas del 6 al 9 de junio de 2024, el número se elevó a 720 para reflejar los cambios demográficos. España obtuvo dos de los quince nuevos escaños incorporados.
Organización y funcionamiento
Los eurodiputados no se agrupan por países, sino por afinidad política. Para formar grupo parlamentario, es necesario contar con al menos 25 eurodiputados procedentes de un mínimo de una cuarta parte de los Estados miembros.
La Presidencia del Parlamento —con mandato de dos años y medio, renovable— dirige los debates y representa a la institución ante las demás instancias europeas. También se eligen 14 vicepresidencias.
Gran parte del trabajo se desarrolla en comisiones parlamentarias especializadas, que estudian y enmiendan las propuestas legislativas. Las decisiones finales se votan en el pleno, que se celebra principalmente en Estrasburgo cada mes, con sesiones adicionales en Bruselas cuando es necesario.
Relación con la ciudadanía
Los ciudadanos y organizaciones de la UE pueden dirigirse al Parlamento Europeo para presentar quejas, solicitudes o peticiones relacionadas con competencias de la Unión. Asimismo, pueden contactar con el Defensor del Pueblo Europeo en caso de trato indebido por parte de una institución comunitaria.
La ciudadanía también puede participar en la elaboración de legislación mediante la Iniciativa Ciudadana Europea, que obliga a las instituciones a estudiar cualquier propuesta respaldada por al menos un millón de firmas procedentes de siete Estados miembros.
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