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Andalucía y más allá

La factura de la luz enero 2026 podría volver a niveles previos a la crisis energética

Las previsiones apuntan a que la factura de la luz enero 2026 será una de las más bajas desde 2020 si el gas europeo se mantiene estable en torno a los 30 euros por megavatio hora.

La posible normalización de los precios energéticos a comienzos del próximo año abre la puerta a un escenario inédito desde el inicio de la crisis energética. Según las previsiones de Tempos Energía, la factura de la luz enero 2026 podría situarse en niveles similares a los de 2020, siempre que la cotización del gas europeo —uno de los indicadores fundamentales para la formación de precios— se mantenga estable en la franja de los 28 a 32 euros por megavatio hora. Este comportamiento permitiría que enero se convirtiera en uno de los meses más baratos de los últimos años.

Las estimaciones reflejan que el primer trimestre de 2026 podría ser hasta un 35 % más económico respecto a la media de los inviernos comprendidos entre 2020 y 2024. Este descenso se atribuye principalmente a la ausencia de tensiones en el sistema, con almacenamientos de gas elevados y una demanda contenida a nivel europeo y asiático. Las reservas de Gas Natural Licuado se mantienen en niveles altos, mientras que Noruega opera sin incidencias y con un suministro estable. La falta de presión por parte de Asia, especialmente de China, contribuye también a aliviar los mercados.

A pesar de este contexto favorable, los analistas advierten de que el invierno no está asegurado. Una eventual subida del TTF hacia los 40 o 45 euros por megavatio hora podría alterar las previsiones y encarecer el recibo eléctrico hasta en un 50 % respecto a un escenario benigno. En dicho caso, el primer trimestre de 2026 podría registrar puntas horarias superiores a los 110–120 euros por megavatio hora, especialmente en jornadas de mayor demanda térmica.

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En las últimas semanas, el mercado ha confirmado una tendencia bajista significativa, con el TTF marcando uno de sus niveles más bajos desde 2022. El gas cuesta un 43 % menos que al comienzo de 2025 y apenas ha repuntado un 25 % desde su mínimo histórico de febrero del año anterior. Este comportamiento ha permitido estabilizar la curva de futuros eléctricos, que presenta valores más propios de una situación de mercado normalizada. Las previsiones sitúan los precios del primer cuatrimestre en torno a 59 euros por megavatio hora, mientras que el segundo trimestre podría descender incluso hasta los 39 euros.

El mercado eléctrico también ha mostrado señales de enfriamiento durante el mes de noviembre, con el pool situándose en 57,23 euros por megavatio hora, un 45 % menos que hace un año. Este descenso se debe, en gran medida, al incremento de la generación eólica, que ha producido casi un 67 % más que en octubre. Su aportación ha desplazado al gas en franjas clave como las madrugadas, las horas solares y el inicio del anochecer, convirtiendo noviembre en un mes estructuralmente más barato. La hidráulica también ha reforzado la estabilidad del sistema con un aumento del 13 % en su producción.

El análisis señala que mientras el viento mantenga su fortaleza, el mercado podrá sostenerse en precios moderados. Sin embargo, una reducción brusca de la generación renovable devolvería protagonismo al gas y abriría la puerta a incrementos inmediatos en el pool, que podría rebasar nuevamente la barrera de los 110 euros por megavatio hora.

En cuanto al petróleo Brent, su cotización continúa moviéndose entre los 62 y 65 dólares por barril, cerca de los niveles más bajos del año. El mercado se encuentra en una situación descrita como “abundancia vigilada”, sensible a cualquier cambio en la producción de la OPEP+, la evolución del dólar o la demanda de China. Aunque los analistas no esperan caídas significativas por debajo de los 60 dólares, sí advierten de que un entorno más tenso podría situarlo de nuevo en la franja de los 70 a 75 dólares.

La convergencia de estos factores —gas barato, estabilidad en el suministro, elevada aportación de renovables y un Brent contenido— permite anticipar un inicio de 2026 más favorable para los consumidores. De mantenerse estas condiciones, la factura de la luz enero 2026 podría marcar un punto de inflexión hacia una etapa de precios energéticos más equilibrados y previsibles.

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