Nuestra ciudad, Cádiz, necesita presupuestos para garantizar al menos los mínimos servicios que una comunidad moderna, avanzada y que quiere progresar debe garantizar a los ciudadanos y ciudadanas que la habitan. En el caso de Cádiz estamos asistiendo a una batalla de egoísmos no ya políticos sino que mucho nos tememos son en algunos casos personales. Cádiz precisa imperiosamente que su maquinaria administrativa y de servicios esté presupuestariamente engrasada. Habría que añadir que, dadas las opciones votadas en 2015 para su gobierno, la ciudadanía quiere que este presupuesto esté elaborado en clave de progreso y cambio con respecto a los últimos veinte años de Teófila Martínez y su PP gaditano. Por ello no comprendemos este galimatías jurídico y político en el que parece que el PSOE de Fran González quiere meter a nuestra ciudad y nuestro Ayuntamiento.
En Cadiznoticias.es entendemos que el Partido Popular se oponga, entorpezca y haga batalla política dura y desleal del tema de los presupuestos. Es su papel y se encuentra cómodo en él, habría que preguntarle algo sobre su responsabilidad en la macrodeuda que dejó de herencia. Está en lo que está y a la gente de progreso no les extraña su actitud ni sus gestos, ni tan siquiera esa gesticulación farisaica tan de su gusto y en la que tan bien se encuentra. Pero ¿y el Partido Socialista? un grupo político heredero de una tradición de progreso,igualdad y combate por los desfavorecidos. Un partido que tiene a gala haber traído a nuestro país muchas de las medidas y mejoras que constituyen en Estado del Bienestar, la vanguardia y garantía para la gente. Porque el Grupo Municipal Socialista parece estar trabajando más para los intereses de la derecha y la carcunda que para los de la ciudad. No hay quien entienda esta política de tierra quemada, de perro del hortelano, de pensar antes en mezquinos cálculos electorales. Parece que setecientos votos le saben a sorpasso cuando la realidad es que están a ocho mil votos del PP, a seis mil de Podemos, más de ocho puntos porcentuales. No hay población urbana en la provincia de Cádiz que haya cosechado unos resultados electorales peores. Y en toda esta decadencia hinchan el buche cual palomo de la Plaza de Mina y se dedican a deconstruir, por decirlo fino, en lugar de construir que es lo que Cádiz necesita.
El partido Socialista tiene un valor fundamental, la responsabilidad. Desde su perspectiva de progreso, reforma social, igualdad y libertad siempre ha sido una fuerza política que ha pensado antes en los ciudadanos, en el país, en la ciudad que en si mismo. Hasta en los tiempos duros de Teófila Martínez, pensamos en Rafael Román y en Marta Melendez, la oposición era dura, áspera, vigorosa pero de una lealtad institucional modélica. Y se pagó un precio quizás excesivo por ello. Sin embargo lo que vemos hoy, en el día a día y este caso concreto de los presupuesto municipales, no es más que una animadversión irracional. Ya acabaron los tiempos electorales y hay que empezar a construir, a hacer ciudad, a buscar futuro, a proteger a los más débiles, a generar riqueza, en definitiva a construir un proyecto de Cádiz. Y los mimbres que hay son los que hay. A saber, Podemos, Ganemos y el PSOE. Es preciso sentar las bases para un entendimiento patriótico por Cádiz que nos dé algo de esperanza. Los socialistas gaditanos deben apostar por el diálogo y la construcción de proyecto. El pleno de este viernes no puede ser una vez más el espacio del desencuentro.
Mucho nos tememos que si se sigue por este camino en tres años estará sentado en el sillón de Fermín Salvochea un ahijado de Teófila Martínez. En el socialismo gaditano, por fortuna, cada vez hay más voces y voluntades que piensan que la actual dirección socialista se equivoca. Y todas esas personas estarán muy atentas al voto de sus concejales, no lo duden.