Con el aumento de las temperaturas, gran parte de la población comienza a plantearse llevar a cabo una rutina depurativa que le permita preparar el organismo para los meses de verano. Desde Grupo NC Salud, empresa de referencia en asesoramiento nutricional en las farmacias, se destaca la importancia de preparar y proteger durante todo el año a nuestro cuerpo de las toxinas que lo dañan y aceleran su envejecimiento debido a factores como la contaminación, el estrés, la mala alimentación o la radiación UV.
“Debemos optar por alimentos frescos y evitar aquellos pre-elaborados, que generalmente aportan un extra de sodio (sal), responsable en parte de la retención de líquidos. Así mismo, es necesario acogerse a un estilo de vida saludable y una dieta mediterránea, incrementando el consumo de vegetales y favoreciendo la actividad física, adaptada siempre a las posibilidades de cada persona”, explica Marta Gámez, directora técnica de Grupo NC Salud.
En este sentido, se aportan una serie de pautas a seguir en la rutina diaria para acabar con la retención de líquidos:
- Incrementa el consumo de frutas y verduras; la época estival se caracteriza por una rica abundancia de alimentos de este grupo vegetal. Dándoles más protagonismo en nuestra alimentación, estaremos aumentando nuestra ingesta hídrica diaria, tan importante en los meses de más calor, la ingesta de fibra y de activos antioxidantes que actúan contra las toxinas generadas por nuestro propio metabolismo, la radiación ultravioleta, etc. Algunas frutas y verduras resultan especialmente útiles en el estímulo de la diuresis: el apio, los espárragos, el pepino, la sandía, el calabacín, la piña.
- El agua es tu mejor aliado para depurar el organismo. Por ello, bebe al menos entre 2 y 2.5 litros de agua cada día. La manera de que no se te olvide beber es tener siempre a mano una botella de agua y recurrir a ella con frecuencia, incluso antes de tener la sensación de sed. También contribuyen al aporte hídrico diario bebidas y platos con alto contenido en agua como por ejemplo las infusiones fríos, gazpacho, o cremas frías de verduras, que nos van a ayudar también a estar hidratados para las altas temperaturas de la época estival.
- Menos sal y más potasio. A menudo, la mayor ingesta de sal (sodio) procede no sólo de la sal de mesa que usamos a diario en nuestra cocina para aderezar los platos, sino de aquella ya incorporada en ciertos alimentos y platos preparados. Las claves para conseguir reducir la sal son:
- Aumentar el consumo de alimentos frescos, que son naturalmente ricos en potasio, y reducir los alimentos precocinados.
- Reducir el uso de la sal en la cocina, y usar en contrapartida variedad de especias para hacer nuestros platos más sabrosos y originales.
- Limitar el consumo de alimentos curados, ahumados, en salazón y chacinas.
- Cena ligero. Puedes basar esta ingesta en una crema fría de calabacín y manzana ácida, sopa fría de zanahoria con coco y jengibre, ensalada de pepino y queso fresco, o en una macedonia de frutas casera, en la que el kiwi y la ciruela pueden ser grandes aliados por el efecto saciante y estimulador del tránsito que ejercen.
- Completa tu rutina alimentaria con, al menos, media hora de deporte diaria, por ejemplo caminando, nadando, corriendo o montando en bicicleta; y recurre a la ayuda de un complemento alimenticio natural a base de cola de caballo, olivo, estigmas de maíz y alcachofa, para reequilibrar los líquidos corporales y eliminar toxinas de forma más eficiente. Si notas que al hacer ejercicio se te hinchan las manos, puedes optar por llevar algo en ellas para evitar la inflamación y suplementar tu alimentación con drenantes que tengan acción venotónica, con activos naturales como el rusco o el castaño de indias.