Unas 300 personas entre jugadores, entrenadores y padres del Club de Gimnasia Rítmica Kandela, del Club Baloncesto Gades y del Club Baloncesto Bahía de Cádiz se han concentrado en el Complejo Deportivo Ciudad de Cádiz para exigir al IMD un incremento de las horas disponibles para entrenamiento y una mejora de las instalaciones.
En declaraciones a los medios de comunicación, la vicepresidente del Club de Gimnasia Rítmica Kandela, Irene Sánchez de la Campa, se quejó de que las deportistas de su club «tienen que entrenar en zapatillas de deporte» ya que en las instalaciones que utilizan, el Polideportivo Gadir, «el suelo es de cemento». Unas instalaciones que además tienen goteras por lo que cada vez que llueve tienen que cortar el entrenamiento porque «se inunda el pabellón». «Cualquier día se nos cae el techo encima», se ha lamentado. La portavoz de Kandela ha reconocido que existen mejores instalaciones con disponibilidad horaria, por lo que en su caso la solución sería tan sencilla como conseguir que el IMD les permita usarlas.
El Club de Baloncesto Bahía de Cádiz también emplea las instalaciones del Polideportivo Gadir. Su presidente, Juan Antonio Ruiz, se ha quejado además del estado de su instalación, de que no exista separación fisica entre el la zona que utiliza el club Kandela y la de su club, por lo que continuamente los entrenamientos se ven interrumpidos cuando algún elemento, ya sean balones de baloncesto, aros o mazas invaden la zona del otro. También ha manifestado contar con tan solo dos horas de uso semanales para dos equipos, un tiempo que considera insuficiente. Su club, el Bahía de Cádiz, tiene que afrontar además gastos de aplazamiento de partidos por el mal estado de la cubierta del pabellón, reconociendo que incluso han tenido que jugar como local en San Fernando.
Para Diego Zamorano, presidente del Club Baloncesto Gades, «la solución es hacer las cosas con un poco más de cabeza». Además de que «es un gran misterio como bareman» a los clubes a la hora de repartir las instalaciones «lo que ha habido es falta de sentido común». «No se puede mover una pieza y cambiarla por otra sin ver cuales son las consecuencias», refiriéndose al traslado del primer equipo del Cádiz Club de Fútbol Virgili desde el Pabellón del Centro Histórico al Ciudad de Cádiz. «Las cosas se pueden hacer con más sentido común y con más criterio y, por supuesto, rehabilitando instalaciones como el Gadir o el Francisco Blanca, que está cerrado y muerto de pena», ha finalizado.