No hay posibilidad de acuerdo cuando ninguna de las dos partes está por la labor. José María González y Fran González escenificaron el enésimo desencuentro entre dos formaciones que están condenadas a entenderse. La propuesta del alcalde era devolver a la vicepresidencia a Ana Camelo, la misma que ha demostrado su incompetencia durante algo más de dos años. Mientras, el líder socialista pretendía pasar de puntillas por el tema de la reunión y aprovechar el encuentro para tratar otros asuntos. Y de paso obtener algún rédito de cara a la elecciones que están al caer. Así es imposible.
En clave electoral es como hay que entender lo que allí sucedió. Tras el ascenso de Vox en las elecciones al Parlamento andaluz y el pacto de las derechas el centro político ha dejado de existir, si es que existió alguna vez. Los dos bloques están claros y no hay espacio intermedio entre ellos. Por ello José María González planteó al candidato socialista una propuesta inasumible. El regreso de Ana Camelo a un puesto en el que ya demostró su incapacidad. El alcalde podía haber propuesto otra persona u ofrecerle el puesto a los socialistas; pero no, optó por intentar un imposible.
En el otro lado de la mesa Fran González, acompañado por Mara Rodríguez, pretendía poner sobre la mesa asuntos que, aunque importantes, no eran para lo que se les convocó. Fran González lleva tiempo buscando ganarse la fama de buen gestor para afrontar con posibilidades la contienda electoral.
Capacidad de gestión
El problema es que Fran González nunca ha gestionado nada, al menos algo que los votantes puedan percibir. En la trayectoria política de González se le conocen básicamente tres destinos. Administrativo del Grupo Socialista en Diputación, aunque algunos de su entorno vendan que fue asesor; concejal y luego portavoz en la oposición y Diputado de Personal, también en Diputación. De estos puestos tan solo el último supone de verdad una responsabilidad a la hora de gestionar. Pero su mejor o peor desempeño no traspasa los muros de la institución al ser la de personal una cuestión interna.
Todos los logros que se arroga, como la obra del carril bici o la vuelta de Magisterio a la ciudad con la cesión de Valcárcel no son más que puro humo teniendo en cuenta su mala relación tanto con el ex gobierno socialista de la Junta de Andalucía como , sobre todo, con Irene García y la mayor parte del gobierno de Diputación.
Además cuando ha tenido ocasión ha rehuido la responsabillidad de gestionar. Las dos veces que ha desalojado a Podemos del poder en algún organismo municipal, en la Fundación Municipal de la Mujer y en Onda Cádiz, ha entregado la batuta a Ciudadanos, cuarta fuerza política, sin siquiera pretender nombrar a alguien de su partido.
Fran González quiere ser alcalde
La estrategia de Fran González a la hora de afrontar las elecciones de mayo es alcanzar la alcaldía de la ciudad. Eso sí, sin necesidad de ganar las elecciones. Al portavoz socialista no le agrada tener que volver a dar el voto de su grupo a José María González ya que le obligaría, esta vez sí, a entrar en el gobierno municipal. Y Fran González no quiere ser primer teniente de alcalde con José María González de alcalde.
Su intención es poner a Juancho Ortiz en la misma situación en la que estuvo él hace cuatro años, entre la espada y la pared. El líder socialista busca tras las elecciones pactar un acuardo de gobierno con Ciudadanos, a ser posible con Juan Manuel Pérez Dorao, con el que se entiende francamente bien. Para ello tan solo necesita que las derechas no sumen catorce concejales y tener mejor resultado que el partido naranja, lo que está por ver. Con el acuerdo PSOE – Ciudadanos para gobernar la ciudad quiere poner a Juancho Ortiz en la tesitura de apoyar ese acuerdo o dejar que siga gobernando Podemos. O sea, que el Juancho Ortiz de 2019 sea el Fran González de 2015. Con esta jugada conseguiría un gobierno centrista apoyado puntualmente por el Partido Popular y con los extremos, Podemos y Vox, fuera de juego.
Podemos y Ganar Cádiz confían en que Fran González no seguirá después de mayo
Mientras tanto, la más que posible confluencia de cara a las elecciones, Podemos y Ganar Cádiz en común (posiblemente bajo el nombre de Adelante Andalucía o similar), confía en ser la primera fuerza política. Eso y que el bloque de las derechas no sumen catorce concejales. José María González cree que una vez ganadas las elecciones nada le impedirá ser alcalde y que, además, desde la dirección provincial socialista cortarán la cabeza de su portavoz por el mal resultado, cosa que está por ver con un PSOE cada día más débil en todos los territorios.
Si los socialistas necesitan de Podemos para gobernar la Diputación José María González podrá tener la cabeza de Fran González en bandeja. Pero si eso no ocurre el desenlace no está tan claro.