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Andalucía y más allá

14 docentes prestan atención educativa individualizada a los 246 estudiantes ciegos que vuelven a las aulas en Cádiz

Más del 99% de los niños con discapacidad visual estudian en centros ordinarios, con el apoyo de la ONCE, la Junta, con todos los materiales perfectamente adaptados 

Foto: ONCE/Javier Regueros/Lola Alejandre

Un total de 246estudiantes ciegos o con discapacidad visual grave de Cádiz regresan en estos días a las aulas junto al resto de sus compañeros. Para garantizar su absoluta normalización, 14 profesionales (13 de ellos maestros y 1 profesor) se encargarán de ofrecer una atención educativa individualizada en función de las necesidades de cada estudiante.

Más del 99% de este alumnado estudia en centros educativos ordinarios, en los que cuentan con el apoyo de los Equipos Específicos de Atención a las personas con discapacidad visual, fruto de los convenios de colaboración entre la ONCE y las diferentes Administraciones Educativas.

Estos maestros y profesores (5 de ONCE y 9 de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía) son el profesional de referencia o coordinador del Plan Individual de Atención Educativa del alumno o alumna asignado en cada zona, con una cobertura que arranca con el nacimiento -con un programa de atención temprana- y sigue con la Educación Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria, Formación Profesional, Bachillerato y Universidad, e incluso en la etapa adulta si se trata de estudios reglados.

De esta manera, en el presente curso 2019/20, su actividad dará cobertura a esos 246 estudiantes de la provincia de Cádiz (de los que 35 son ciegos y el resto deficientes visuales) entre los que se incluye el alumnado con sorda ceguera (11 en total) u otras discapacidades asociadas a la visual. 

Por nivel educativo, se reparten de la siguiente manera: 29 escolares comienzan la Educación Infantil; 45 están escolarizados en Educación Primaria; 38 han llegado a la Educación Secundaria Obligatoria; 5 cursan Bachillerato; 10 se preparan en la Formación Profesional; 26 se enfrentan a la Universidad; y 12 están inscritos en otro tipo de enseñanzas (Artísticas, de Adultos) Previamente a su escolarización reglada, hasta 16 siguen un Plan Individualizado de Atención Temprana. El resto de alumnos presenta graves discapacidades asociadas a la visual y generalmente se encuentran escolarizados en centros específicos.

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La labor de los Equipos Específicos está coordinada desde los cinco Centros de Recursos Educativos (CRE) que la ONCE tiene en diferentes puntos de España para una cobertura global: Alicante, Sevilla, Pontevedra, Barcelona y Madrid. En Andalucía son 1798 (de los que 317 son ciegos y el resto deficientes visuales) entre los que se incluye el alumnado con sordoceguera (77 en total) u otras discapacidades asociadas a la visual. En su conjunto, reciben el apoyo de 105 profesionales (97maestros y 8 profesores) de los que 43 pertenecen a la ONCE y 62 de la Junta de Andalucía. Asimismo, 5 de estos maestros son afiliados a la Organización,

Intervención integral e individual

La tarea del maestro o maestra consiste en valorar al alumnado y elaborar una propuesta de intervención aplicada individualmente. Esto requiere la coordinación con otros profesionales de diversos perfiles, tanto pertenecientes a la ONCE (hasta 50 este curso en Andalucía) como Técnico de Rehabilitación, Instructor en tiflotecnología y braille, Psicólogo, Pedagogo, Monitor de ocio y tiempo libre, Coordinador de Animación Sociocultural y Promoción Deportiva, Trabajador Social, y/o los especialistas en las áreas de especial dificultad como Matemáticas, Música, Educación Física, Ciencias, Tecnología, etc. Asimismo, aquellos otros pertenecientes a las administraciones (orientadores, maestros en pedagogía terapéutica, tutores de aula o especialistas, etc.)

En función de las necesidades del alumnado, la atención prestada puede variar: desde el seguimiento, asesoramiento y orientación al Centro Escolar donde se escolarice el estudiante, a una intervención directa con el alumnado para garantizar su inclusión tanto dentro como fuera del aula, tanto en aspectos académicos como relacionados con lo social (recreo, deporte, ocio y tiempo libre). 

En función de las necesidades, el desplazamiento a los centros donde se escolariza el alumnado con ceguera o deficiencia visual es imprescindible para poder llevar a cabo sus actuaciones, una labor habitual de estos profesionales que se conocen a veces como maestros itinerantes, con visitas diarias, semanales, quincenales o trimestrales, en función de las necesidades.

Las áreas de intervención son muy diversas y arrancan con los primeros años y las instrumentales básicas (alfabetización y enseñanza del sistema braille) para recorrer el uso de la tecnología (adaptada en cada caso), autonomía personal (orientación y movilidad), competencia social, ajuste a la discapacidad, estimulación visual, adaptación de materiales de todo tipo, información y dotación de recursos y materiales, transcripción de textos a braille o sonido, etc.

Y con las familias

La labor de los profesionales de los Equipos Específicos, fruto de los convenios de colaboración entre la Administración Educativa y la ONCE, no solo se desarrolla con el alumnado y los centros donde se matriculan, sino  también con las familias de este alumnado, prestando información sobre las necesidades y capacidades de sus hijos e hijas, así como del trabajo que se está realizando, aportando los recursos humanos y materiales necesarios para que la inclusión de este alumnado sea una realidad, también desde casa.

La inclusión del alumnado con ceguera o discapacidad visual en el ámbito escolar es una realidad en la que toda la comunidad educativa está inmersa. Por ello, es necesario que los recursos didácticos y herramientas tecnológicas utilizadas en los centros respeten los principios de accesibilidad y diseño para todos.

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