La llegada de Javi Puado al club maño como fichaje extra cerró definitivamente la puerta de las convocatorias al atacante aragonés
No ha sido un año fácil el 2019 para Jorge Pombo, primer refuerzo del Cádiz Club de Fútbol en el mercado de invierno. El mediapunta de 25 años ha ido ganando peso en la plantilla maña desde su debut con el primer equipo en 2016, pero la llegada de Víctor Fernández en sustitución de Lucas Alcaraz en diciembre de 2018 inició una etapa desencuentro con su club de toda la vida.
El canterano nunca fue del agrado de su nuevo técnico, que aunque lo mantuvo en el equipo titular durante algunas jornadas, poco a poco lo fue relegando al banquillo y de ahí a la grada. Con este panorama el jugador se negó a renovar su contrato con el Real Zaragoza, que finalizaba el 30 de junio de 2020 y el club lo declaró transferible en verano. Hubo ofertas por él, el Granada pretendió hacerse con sus servicios para La Liga Santander, pero el Zaragoza no quería desprenderse del jugador sin recibir una buena cantidad en contraprestación, algo complicado teniendo en cuneta que solo le restaba un año de contrato en la capital maña, por lo que no fructificó ninguna operación.
La temporada comenzó y Pombo seguía sin contar para Víctor Fernández, que ni siquiera le convocó en las tres primeras jornadas ni le dio minutos en la cuarta. Pero como ocurre a veces en el fútbol su situación cambió cuando el club anunció a mediados de septiembre pasado su renovación hasta 2023. Con su nuevo contrato volvió a pisar el césped de La Romareda. Fernández le dio continuidad aunque siguió siendo cuestionado por su juego y su actitud en el campo.
En octubre tuvo que pasar por quirófano tras sufrir un golpe en Fuenlabrada que le fracturó el suelo de la órbita del ojo y tras dos semanas de baja volvió a contar para Fernández.
Su suerte volvió a cambiar a finales de noviembre. La llegada a Zaragoza de Javi Puado procedente del Espanyol para ocupar la misma demarcación que Pombo cerró definitivamente sus posibilidades del jugador de seguir formando parte de la plantilla maña. El Real Zaragoza contaba con un fichaje fuera de las ventanas de verano e invierno por la baja de Dwamena, apartado del fútbol sine die por una afección cardiaca.
El aragonés recala cedido en el Cádiz hasta final de temporada buscando renacer como futbolista y encontrar el cariño de una afición que le dio la espalda en su tierra. La situación privilegiada del club gaditano, líder indiscutible de La Liga Smartbank, le pueden servir de medicina para que vuelva a ser lo que apuntaba a ser, un futbolista de Primera División.