Un equipo de las universidades De Montfort de Leicester, Cádiz y Granada ha creado un programa que determina automáticamente la condición física de los ancianos usando sensores integrados en el teléfono
Un equipo de investigación de las universidades de Cádiz, Granada y Montfort de Leicester, en Inglaterra, ha creado un programa para móviles que evalúa la condición física de las personas mayores. Es muy accesible y manejable, ya que no requiere sensores externos ni otros dispositivos distintos a un teléfono cualquiera. La app determina su capacidad física realizando distintas actividades, por lo que puede ser un aliado en los entrenamientos adaptados a la movilidad de cada individuo.
La información se registra en el teléfono automáticamente mientras que se realiza la actividad mediante los propios sensores que tienen los móviles incorporados. El objetivo de esta aplicación, denominada m-SFT, es lograr una herramienta que permita a los ancianos mantener un buen estado mediante la realización de actividad física adaptada a sus condiciones de salud. En el artículo ‘m-SFT: A Novel Mobile Health System to Assess the Elderly Physical Condition’ publicado en la revista Sensors, los expertos confirman la utilidad de esta nueva aplicación para realizar un seguimiento de la evolución de sus capacidades de una manera fácil y exacta.
De esta manera, se permite la adecuación del ejercicio físico, imprescindible para mantener una buena salud, de manera individual y personalizada en relación con el punto de partida de la evaluación y ofrece la información necesaria para que pueda modificarse a medida que se avanza en agilidad o fuerza.
En este caso, es recomendable la práctica regular de actividad, ya que previene el deterioro funcional, osteoporosis, fragilidad, caídas y fracturas, disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 y reduce el riesgo de mortalidad prematura. “Sin embargo, a pesar de estos indudables beneficios, este segmento de la población permanece en gran parte inactivo. Por lo tanto, encontrar formas efectivas de aumentar y mantener los niveles de actividad física en las personas mayores durante períodos prolongados constituye un desafío”, afirma la investigadora de la Universidad De Montfort, Raquel Ureña, autora del artículo y responsable del proyecto.
Hasta el momento, las pruebas para conocer la condición física de las personas se realizan mediante una prueba denominada Senior Fitness Test (SFT). Se trata de una serie de ejercicios, en la que se miden las veces que una persona realiza una misma acción durante un tiempo determinado, por ejemplo, levantarse y volverse a sentar o extender y flexionar el brazo. Puede aplicarse en adultos con edades entre 60 y 94 años de edad y distintos niveles de movilidad, ya que esta batería cubre un amplio rango de capacidad funcional.
Existe una tabla de referencia en la que se indica cuál es el número medio según el sexo, la edad y la talla de la persona y determina su nivel de agilidad y fuerza. “Actualmente, la extracción de los datos del test, se realiza mediante el conteo manual de una persona o con la colocación de sensores en distintas partes del cuerpo conectados a un ordenador. Nuestra propuesta facilita el trabajo tanto a pacientes como al personal sanitario y fisioterapéutico para realizar un mejor seguimiento de la evolución”, indica el investigador de la Universidad de Cádiz, José Antonio Moral, autor del artículo.
La propuesta de los expertos permite la obtención de la información en el teléfono automáticamente mientras se realiza la actividad mediante los propios sensores que tienen los móviles incorporados. Además, la información se archiva en el propio dispositivo, por lo que no es necesario que esté conectado a Internet.
Los expertos han confirmado la fiabilidad de las pruebas realizadas con el nuevo sistema. Concretamente, han realizado un estudio comparativo en voluntarios de entre 53 y 61 años entre el SFT original y la aplicación m-SFT, creada por los investigadores. Además, la facilidad de uso del sistema ha sido evaluada por 34 expertos en salud, que han valorado la herramienta con 84,4 puntos sobre 100.
La evolución del paciente queda almacenada en el teléfono y puede ser enviada a los profesionales sanitarios para que realicen un seguimiento de sus capacidades en la actividad física. De esta manera, pueden prescribirse ejercicios personalizados que mejoren ciertos movimientos o fortalezcan determinadas zonas del cuerpo. Así, se amplían las posibilidades de una vigilancia continua de la salud a nivel individual y de la población y puede fomentar comportamientos saludables para reducir o incluso prevenir problemas de salud.
Aunque la aplicación aún se encuentra en su fase piloto, los expertos indican que en breve podrá estar a disposición del personal sanitario y entrenadores para facilitar su trabajo en las evaluaciones previas en personas mayores.
Los trabajos se han financiado a través del proyecto europeo H2020-MSCA 2016-DeciTrustNET y Sistemas inteligentes de toma de decisión y consenso en ambiente difuso: Aplicaciones en Esalud y Ecomercio, del Ministerio de Ciencia e Innovación.