El alcalde de Cádiz, José María González, ha asegurado que ayer quedó demostrado que la visita de la ministra de Empleo en funciones, Fátima Báñez, fue una “muestra más del sectarismo propio del Partido Popular”. Jose María González ha criticado que el Gobierno enviara la invitación “con nocturnidad” el pasado viernes a las 21.00 horas para un acto que se celebrara el lunes a primera hora. “Prueba de que no daba tiempo a asistir es que no acudió a este acto tan importante ni el rector de la Universidad de Cádiz, ni los representantes de la Junta de Andalucía ni de Diputación por tener compromisos previos porque lo que en realidad era una invitación a que no fuéramos para hacer un acto de partido”, ha añadido José María González.
En esta línea, el alcalde ha recordado a los dirigentes del Partido Popular que “la cortesía institucional siempre es obligada. Es a las instituciones lo que la educación a las personas y el PP nuevamente ha vuelto a tener muy poca educación para con este Ayuntamiento”.
José María González se ha mostrado crítico ante la situación que atraviesa la ciudad de Cádiz “porque lo cierto es que un lado está la Junta de Andalucía que habla de empleo y que retrasa las ayudas prometidas, y al otro está el PP que habla de empleo, duplica mesas y recorta derechos. Y en medio, como siempre, los desempleados y desempleadas de Cádiz que están agotados de que se utilicen su miseria para operación políticas”.
José María González ha criticado también el discurso empleado por el portavoz del PP en Cádiz, Ignacio Romaní para atacar su ausencia al “decir que seguramente estaba conciliando”. El primer edil ha afirmado “sentirse cansado de aquellos políticos que cuando hay cámaras se ponen del lado de la mujer y que, sin embargo, tratan de ridiculizar a los hombres que conciliamos nuestras obligaciones con nuestras parejas, con nuestra casa y nuestros hijos”. González le ha recomendado a Ignacio Romaní “a que aprenda a conciliar, porque hay cuestiones que merecen la pena ser conciliadas y otras que el PP no debería conciliar nunca como la corrupción y la política o la falta de ética con el ejercicio público”