Cádiz acoge con gran éxito de público este ciclo, patrocinado por la Fundación Unicaja y organizado por el Centro Andaluz de la Letras
La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, a través del Centro Andaluz de las Letras (CAL), estrenó ayer en Cádiz su programa literario ‘Conversaciones en el Museo’ con un gran éxito de público y con dos nombres propios: Ana Rossetti y San Juan Evangelista. El cuadro de Zurbarán, alojado en el Museo de Cádiz, sirvió de nexo de unión entre los evangelios, la Literatura, tradiciones y símbolos culturales, analizados con profusión por la escritora. El ciclo, patrocinado por la Fundación Unicaja, logró llenar el patio del Museo en su estreno gaditano.
Es la cuarta vez que el CAL organiza esta actividad en toda Andalucía, tras el estreno en octubre del año pasado con Antonio Soler en el Museo de Málaga, al que siguieron dos sesiones más: en el Museo Arqueológico de Córdoba con el también escritor Jesús Maeso de la Torre, y en el Bellas Artes de Sevilla con la profesora Rocío Plaza.
Tras la intervención del director del Museo, Juan Ignacio Vallejo, el responsable del Centro Fundación Unicaja de Cádiz, Javier Vela, tomó la palabra para expresar su satisfacción por el éxito de la convocatoria, en un entorno de “cultura segura”. Vela destacó la importancia de la colaboración entre instituciones, recordando algunos de los eventos organizados por el CAL que también han contado con el patrocinio de la Fundación Unicaja, como el ciclo ‘Cádiz, Libro Abierto’, o los Encuentros de Clubes de Lectura.
Por su parte, Ana Rossetti (San Fernando, 1950) ofreció una prolija explicación de la figura de San Juan desde diferentes ópticas, centrándose fundamentalmente en sus evangelios, pero también recordando la simbología que le rodea en diferentes representaciones artísticas, y explicando por qué “recibió el título de poeta”, como afirmó ayer Rossetti. La autora destacó que muchas escenas de su evangelio, más que de cualquier otro, han inspirado obras artísticas y plásticas, ya que recogen, según la escritora, muchísima más información que los demás.
Finalmente hizo hincapié en la “espiritualidad” de este evangelio, que “incita a la meditación”, así como en la “semilla” que la obra de San Juan Evangelista dejó en otros libros, en otras obras, alcanzando así el sueño de cualquier artista de trascender, influir en obras mucho más allá de su época y de perdurar.