La asociación Lgtbi JereLesGay ha denunciado y condenado «de forma pública y enérgica» la agresión a una chica trans de 18 años el pasado sábado 14 de octubre en los baños de una conocida discoteca de Jerez de la Frontera, en la provincia de Cádiz.
En un comunicado, la entidad se ha unido a la petición de colaboración que ha lanzado la discoteca Pandora a todas las personas que estuvieran esa noche en el lugar de los hechos y hubieran «visto u oído algo que ayude a esclarecer los hechos» de una investigación que «ya está en manos de las autoridades».
Sobre la agresión denunciada por la joven, JereLesGay ha asegurado que «menoscaba la dignidad e integridad de la persona agredida y que nos vuelve a recordar que el consentimiento está en el centro de todas las relaciones» y que éste «siempre debe ser expreso a cada momento y en cada lugar», no aceptándose «ni ‘peros’ ni excepciones».
Como asociación Lgtbi en la ciudad de Jerez se han puesto a disposición de la persona agredida «para cualquier ayuda que pueda necesitar» tanto desde sus áreas de asistencia psicológica y asesoría legal hasta cualquier otro recurso que pueda necesitar.
«Todas las personas debemos sentir como obligatorio participar y hacer uso de los protocolos existentes para hacer frente a estas situaciones, actuando en todo momento de forma colectiva y consciente», ha manifestado la asociación, señalando que «la violencia, la agresión y el ataque no puede ni debe tener espacio ni lugar» y que «toda lucha será más eficaz cuanto más se realice desde la solidaridad, la ayuda y la unión de la comunidad Lgtbi».
El pasado martes, la joven trans denunció ante la Policía Nacional que en la madrugada del pasado día 15 sufrió una agresión sexual con violación en los baños de una discoteca de Jerez por parte de un hombre de unos 25 años.
Según relata en la denuncia, facilitada por la Asociación Trans de Andalucía-Sylvia Rivera, la víctima fue invitada por el agresor a ir juntos al baño, a lo cual se negó. Posteriormente, y tras entrar sola en los servicios de mujeres, el agresor entró y empezó a besarla, de manera consentida. Finalmente, tras entrar sola en uno de los aseos para hacer sus necesidades, el agresor irrumpió en él y perpetró la agresión sexual.