Bárbara de Braganza nació en el año 1711 en Lisboa, hija de Juan V y María Ana de Austria, reyes de Portugal. Bárbara fue elegida para casarse con el príncipe de Asturias Fernando. Por su parte, la infanta María Ana Victoria debía casarse con el heredero de la Corona de Portugal. El matrimonio se realizó por poderes el 11 de enero de 1728. Al año siguiente se intercambiaron las dos infantas en la frontera. El matrimonio vivió aislado por voluntad de la reina Isabel de Farnesio en el palacio del Buen Retiro. La reina no sentía ninguna simpatía por su nuera. Además, Isabel estaba empeñada en el fomento de la política italiana para conseguir tronos para sus hijos, y era criticada por Fernando. Además, la reina temía que la princesa de Asturias influyese en su marido a favor de un acercamiento a Inglaterra vía Portugal y hasta de Austria, enemiga de España. Durante unos años se sucedieron las suspicacias en la corte madrileña entre unos y otros.
Bárbara de Braganza ha pasado a la historia por ser una reina culta, ya que dominaba seis idiomas y una destacada amante de la música. Protegió a Carlo Broschi, Farinelli, que residía en la corte española para intentar curar o aliviar la depresión melancólica del rey Felipe V. Farinelli planeaba estar unos meses y llevó a vivir un cuarto de siglo en España. Con los nuevos reyes, Fernando y Bárbara, encontró unos perfectos protectores, lo que le valió condecoraciones y poder organizar conciertos, obras teatrales, escenografías y óperas, muchas de ellas con letra del poeta Pedro Metastasio, uno de sus mayores amigos. El conjunto se completó con la llegada de Domenico Scarlatti, que desde 1721 había sido maestro del clave de Bárbara y que acompañó a la reina a España. Sin lugar a dudas, el reinado de Fernando VI y Bárbara de Braganza puede ser considerado uno de los que más han hecho por la música en la historia española.
Cuando Fernando VI subió al trono en 1746 la reina no se caracterizó por desarrollar el poder e influencia que había tenido su suegra Isabel de Farnesio, aunque sí influyó en algunos nombramientos, aunque su mayor participación fue en intentar mediar entre su esposo y su padre, el rey Juan V, su padre. En el reinado de Fernando VI se firmaría el Tratado de Límites en enero de 1750 entre España y Portugal, por el que la primera se aseguraba la colonia de Sacramento, la neutralidad de las colonias en caso de un eventual conflicto, aunque a cambio reconoció los avances portugueses y se cedieron aldeas y reducciones de los jesuitas en Paraguay.
Bárbara de Braganza mandó construir el Monasterio de la Visitación, más conocido como el Convento de las Salesas, con el fin de retirarse en la vejez. Fue inaugurado en septiembre de 1757. No pudo disfrutarlo porque, tras marchar a Aranjuez, cayó enferma, ya que sufría del corazón, y en una larga agonía moriría en agosto del año siguiente, sumiendo al rey en una depresión, a la que era propenso como su padre, muriendo casi al año justo después de su esposa.