La vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, ha comparecido ante la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados para explicar las líneas básicas de la propuesta del Gobierno para la reforma del artículo 49 de la Constitución.
El objetivo es paliar las desventajas sociales que tienen» las personas con discapacidad, y hacerlo «en la igualdad de oportunidades más radical posible», ha dicho Calvo.
La vicepresidenta ha querido destacar, al empezar su comparecencia, la unanimidad alcanzada por todos los grupos parlamentarios en otoño de 2018 para efectuar la reforma del artículo 49 y que supuso el inicio de estos trabajos.
«En sus inicios lo abordábamos de forma más tímida», relata Calvo, «para intentar que desapareciera el término disminuidos» del texto, porque «42 años después» resulta «francamente inaceptable por el componente peyorativo que pudiera tener». «Las palabras son muy importantes porque fraguan realidades, y a veces las fraguan de manera más fuerte y más perdurable que la propia realidad objetiva», sentencia la vicepresidenta. Personas con discapacidad «ha sido el término que ellos y sus organizaciones proponen como válido», ha informado Calvo.
Con esos trabajos «se fue desarrollando algo que ahora ha devenido en ser más amplio y más riguroso, también más necesario», que es la reforma completa del texto del artículo 49 «y finalmente forma parte del anteproyecto que ayer el Gobierno aprobó en Consejo de Ministros».
En su intervención, Calvo ha destacado el aporte de las organizaciones representativas de las personas con discapacidad en nuestro país, a los expertos y expertas, «a quienes de alguna manera conocen» por distintas razones «cuál es el mundo de las dificultades y la evolución histórica de nuestro país en esta materia», donde «hemos producido como sociedad un enorme paso al frente de concepción de lo que representan los derechos y las oportunidades» de las personas con discapacidad «como parte integrante y definitiva de la ciudadanía de nuestro país y del principio más elemental de la igualdad de todos».
Ahora «se ha desarrollado una conciencia diferente», apunta Calvo, y en esto, «queremos pasar de la idea de integrar a las personas con discapacidades -como si estuvieran fuera de lo que representa el conjunto de la ciudadanía-, a un concepto más plenamente democrático e igualitario que es el de inclusión».
Dice la vicepresidenta que todo esto se hará «con una particular mirada a las circunstancias específicas de las mujeres y de las niñas». «Es un colectivo con más mujeres que hombres, y donde con dificultad se protegen algunos derechos y libertades, como la libertad sexual de las mujeres con discapacidad y de las niñas de los menores», ha sentenciado.
Con todo ello, Calvo ha llamado a la sociedad a «hacer el esfuerzo» para que estas personas «puedan tener garantías plenas del ejercicio de sus derechos y de sus libertades». «Es una idea que nos convoca a todos», subraya, «para que estas vidas sean mucho más plenas».
El anteproyecto y el texto definitivo, ha informado Carmen Calvo, «se fundamenta en el concepto de la dignidad de la persona». «Se trata de reconocer expresamente la plenitud de los derechos previstos en el Título 1 de la Constitución y establecer un mandato de protección específico de los mismos para estas personas» y se trata de «salir de la idea de que son un colectivo a considerarlos portadores individuales» de «todos y cada uno de los derechos y libertades que tienen reconocidos plenamente». Ha pedido para su aprobación «la unanimidad de los inicios» de todos los grupos políticos.
Sobre la necesidad de actualizar la Constitución, la vicepresidenta ha sostenido que «somos muchos quienes pensamos que las constituciones no pueden estar sacralizadas de manera inmóvil, de forma intocable, ni tampoco lo contrario, sometidas a los vaivenes constantes de la política cotidiana». Para la vicepresidenta, «la mejor manera de respetar» la Constitución, «además de cumplirla» es actualizarla «en aquellos elementos en los que estemos en un consenso y en un acuerdo constante». Esto se plasma «en la capacidad continua que debemos tener todos» de «saber interpretar y leer la realidad a cada momento».