La delegada señala que “con la ejecución de este proyecto se garantiza a la población la capacitación en salud, nutrición e higiene, permitiendo a las familias que se conviertan en agentes de cambio dentro de sus comunidades”
La delegada municipal de Cooperación Internacional, Cándida Verdier, ha mantenido una reunión con la representante de la Fundación Esperanza para la Cooperación y el Desarrollo, Isabel Hernández, y con la representante de la Asociación para el Desarrollo Integral Comunitario (ADIC), Claudia Hernández.
Claudia Hernández ha viajado desde El Salvador a hasta Chiclana con objeto de dar a conocer las cuestiones más relevantes del proyecto que están ejecutando en su país, con la colaboración de la Fundación Esperanza para la Cooperación y el Desarrollo, titulado ‘Sistema de salud para la identificación, prevención y tratamiento de la desnutrición crónica materno- infantil y sus determinantes en el municipio de Tacuba, Ahuachapán, el Salvador’, extendiéndose su ejecución a las comunidades rurales de Rosario Centro y Santa Teresa.
En dicho encuentro, las representantes de ambas asociaciones han expuesto que con este proyecto se está facilitando el acceso a la salud como derecho fundamental de las personas; atendiendo la desnutrición crónica materna e infantil desde la prevención, identificación y tratamiento, desarrollándose en una zona considerada en situación de pobreza extrema alta y en situación de alta prevalencia de desnutrición. Con ello, se pretende proporcionar atención primaria al 60 por ciento de la población, controles infantiles y nutricionales para niños menores de cinco años de edad, controles prenatales y asesoría de plan de parto para el 80 por ciento de mujeres embarazadas.
Además, han informado sobre las actividades de prevención de enfermedades que se está llevando a cabo, así como la ejecución de campañas de limpieza, fumigación y rociamiento para eliminar las poblaciones de insectos vectores que transmiten enfermedades como el mosquito transmisor del dengue, zika y chikungunya, y la chinche transmisora de la enfermedad de Chagas, en todas las casas de las familias de las comunidades.
Con este proyecto se pretende atender a personas propensas a padecer enfermedades comunes y parasitismo con especial atención a los casos de la enfermedad de Chagas en su fase crónica, siendo una enfermedad desatendida en su país a pesar de las graves secuelas que pueden padecer el resto de sus vidas.
Cándida Verdier ha señalado que, “entendiendo de que la salud es un derecho fundamental y universal de todas las personas del mundo, somos consciente de la situación de extrema pobreza en la que se encuentra parte de la población mundial. Por ello quiero agradecer la visita de ambas ONG para dar a conocer de primera mano la situación en la que se encuentran estas comunidades rurales de El Salvador”.