El sindicato advierte de que los vehículos de movilidad personal obligan a circular por la calzada con tráfico rodado y considera que la medida precariza la seguridad y las condiciones laborales.

CCOO ha denunciado públicamente que la implantación de patinetes eléctricos para el reparto postal supone un riesgo grave para la seguridad del personal de Correos. Según el sindicato, la compañía pretende obligar a los trabajadores y trabajadoras de reparto a pie a conducir estos vehículos de movilidad personal (VMP) con un carro incorporado, lo que implicaría circular por la calzada entre vehículos motorizados y asumir la posibilidad de sufrir accidentes de consecuencias graves o mortales.
El sindicato sostiene que los patinetes eléctricos son, a todos los efectos legales, vehículos de movilidad personal y deben circular por la calzada, por lo que considera que la medida incrementaría notablemente la exposición al riesgo en un colectivo que hasta ahora trabaja en itinerarios peatonales. Asegura, además, que la medida se ha planteado a pesar de la oposición expresada por todas las organizaciones sindicales con presencia en Correos.
CCOO señala que ninguno de los operadores postales públicos europeos utiliza VMP en tareas de reparto debido a su peligrosidad y a su escasa eficiencia en entornos urbanos para la entrega puerta a puerta. Recuerdan que este tipo de vehículos solo se emplea en plataformas de reparto asociadas a economías de riders, donde existe —según el sindicato— una fuerte precarización laboral.
La organización cuestiona que Correos impulse la medida para proyectar una imagen de modernización, mientras —según afirma— desatiende los argumentos preventivos y de seguridad planteados por la representación de la plantilla. Critica igualmente que la implantación del patinete eléctrico no irá acompañada del complemento de peligrosidad que sí reciben otros trabajadores que utilizan motocicletas o vehículos de cuatro ruedas.
En su comunicado, CCOO insiste en que la empresa ya dispone de una flota de casi 14.000 vehículos de dos y cuatro ruedas, la mayoría ecológicos, diseñados específicamente para garantizar la seguridad en circulación. Frente a ello, sostiene que el nuevo modelo híbrido —un patinete eléctrico con un carro añadido— incrementa la inestabilidad, dificulta el manejo en los giros y aumenta el riesgo en frenadas y maniobras imprevistas.
El sindicato recuerda que los accidentes asociados al uso de patinetes eléctricos han experimentado un aumento significativo en los últimos años. Según sus datos, los siniestros con daños personales crecieron un 23 % el pasado año, con cientos de personas heridas y un incremento acumulado superior al 400 % desde 2020. A su juicio, estos datos demuestran que la medida “multiplica innecesariamente el riesgo” para el personal.
CCOO ha reclamado a la dirección de Correos la paralización inmediata de la implementación de los patinetes eléctricos en las unidades de reparto y ha advertido que, en caso de que se produzca un accidente grave relacionado con la medida, considerará la posibilidad de emprender acciones por la vía penal contra los responsables de la decisión.
El sindicato afirma que continuará trasladando públicamente su postura mientras se mantenga la intención de implantar los VMP en la actividad postal, y recuerda que garantizar la seguridad del personal es una obligación de la empresa que no debe subordinarse a campañas publicitarias ni a cambios operativos que no cuenten con respaldo preventivo.
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