Chirigota de Burgos ‘El destierro’, con letra de Francisco Javier Cazalilla Sánchez, música de Juan José Benítez Bazán y Antonio José Blanco Montero y dirección de Juan José Benítez Bazán. Comienzan la presentación a oscuras haciendo ver que son gaditanos que se han tenido que ir a vivir a Burgos por motivos laborales. Cuando se encienden las luces descubrimos que se trata del destierro del Cid. La afinación brilla por su ausencia en un grupo que nunca ha actuado en un teatro, ni en este ni en ninguno. Suenan voces descompasadas continuamente, los instrumentos van a lo suyo y apenas se les debe oir más allá de la fila diez.
En el primer pasodoble cuentan lo que les ha motivado a sacar una chirigota. Debían ser de peso, por lo que vemos. En el segundo hacen un repaso de agrupaciones antiguas para que sepamos que vienen estudiados de casa. Un primer cuplé al cinturón de castidad que le compran a Jimena en Simago y el segundo al tipo que lleva Bienvenido, que actúa a continuación. En un final apoteósico se quitan el tipo y empiezan a salir figurantes a revolcarse por el escenario.
Poco le va a durar la última posición a los Chuky Norris. El público se ha comportado de manera ejemplar porque la ocasión lo merece, nadie quiere perderse este espanto. Tendrían que sacarse el abono de entradas de preliminares unos cuantos años antes de volver a intentarlo aunque gracias a este final la chirigota entra con honores en la Galería de los Horrores del Carnaval.