De Nerva llega una chirigota flojita con ganas. El tipo, de youtuber. Se presentan con un repertorio con muchas lagunas que no consiguen transmitir al público. Todas las letras las explica un componente, incluso las cuartetas del popurrí. Una señal evidente de naufragio. El público les acoge al principio con escepticismo que va tornando poco a poco en pitorreo. Al grito de «¡otra, otra!» les despiden hasta el año que viene por lo menos.