«El Arco de Plocia cierra víctima del coronavirus». Un titular que causaba sorpresa esta mañana, sobre todo al propietario del restaurante de la calle Plocia. El artículo, publicado en la sección Gourmé Cádiz de La Voz de Cádiz, ahondaba incluso en la jubilación del propietario y lamentaba que el establecimiento cerrara sus puertas cuando aún no contaba un año de vida. Ni una cosa ni otra son ciertas según han confirmado los propietarios a Cadiznoticias.
La realidad es que el redactor en ningún momento se ha puesto en contacto con la propiedad. Todo lo que el artículo sostenía parece salir del cocinero José Antonio Iglesias. El Arco de Plocia seguirá adelante, eso sí, sin contar Iglesias al frente de la cocina.
Malentendido o vendetta, los propietarios no salen de su estupor y tampoco son capaces de valorar ahora mismo el daño que la publicación puede causar en su negocio. Aunque La Voz de Cádiz ha retirado la noticia y ha publicado una rectificación, lo cierto es que esta ha sido por lo bajini, sin darle difusión en las redes sociales del periódico, al contrario que el artículo original.
Los propietarios se sorprendían además al enterarse por este medio que la página de Facebook del negocio ya no existe. Desde hoy se llama chef José Antonio Iglesias, que ha borrado todas las publicaciones antiguas, sustituyéndolas por tres fotografías subidas esta misma tarde. Un hecho éticamente cuestionable incluso aunque, como confirman los propietarios, fuera el chef el que creó la página cuando se incorporó al restaurante.
Tanto La Bodeguita de Plocia como el Arco de Plocia volverán abrir, aunque los propietarios no saben cuando. Lo que tienen claro es que ambos establecimientos abrirán el mismo día y que el Arco de Plocia tendrá una carta propia pero manteniendo el estilo de La Bodeguita. La propiedad reconoce que las nueva normalidad post Covid-19 traerá consigo la necesidad de menos plantilla y que, para evitar despidos, ambos negocios compartirán personal en cocina y sala.
Dos empresas, El Arco de Plocia y La Voz de Cádiz, que han visto mermada su credibilidad por el capricho de un ego desmedido. ¿Estamos asistiendo al nacimiento de un nuevo enfant terrible de los fogones o es solo una actitud de despecho?