El cine firmado por directoras y la reflexión sobre afrofeminismos iluminarán la 21 edición del Festival de Cine Africano de Tarifa Tánger (FCAT), que vuelve a celebrarse en las dos orillas continentales entre el 24 de mayo y el 1 de junio.
El cartel de esta edición ha sido desvelado en un patio de Sevilla, el del Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (Cicus), casa del festival y de su fondo fílmico durante todo el año, con una celebración de lo africano y de sus culturas que dispara la cuenta atrás para una nueva cita con los cines de África.
Según ha explicado la organización, se trata de un poético fotograma de la película Daughters of the Dust (1991), de la cineasta Julie Dash, en el que aparecen tres mujeres sentadas en una playa con actitud de sororidad. Fue la primera película dirigida por una mujer afroamericana que gozó de un estreno general en las salas de cine de los Estados Unidos. El filme narra diversas historias de mujeres negras y se trata de una obra incluida en el Registro Nacional de Películas de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos «por su significado cultural, histórico y estético».
El director de Cultura y Patrimonio de la US, Luis Méndez, y la directora del FCAT Mane Cisneros, han vuelto a reivindicar cómo este festival del Estrecho ayuda «a unir a través de la cultura, además de tejer lazos con nuestros vecinos marroquíes». La directora ha celebrado que el cine africano continúe últimamente triunfando en festivales internacionales, como, por ejemplo, ha sido el caso del último Oso de Oro en Berlín para la directora francosenegalesa Mati Diop con su filme Dahomey.
Representantes de la Fundación Tres Culturas, del Consejo Audiovisual de Andalucía, del Instituto Francés o del Consulado General de Portugal en Sevilla, entre gentes del cine, periodistas y amigos del FCAT, han estado presentes en una acto que ha finalizado en el patio del CICUS con el giro sufí de la bailarina afincada en Tarifa, María Calera.
Cisneros ha destacado que muchas de estas películas «que transitan por los grandes festivales del mundo están realizadas por mujeres», con nombres como Mati Diop, Alice Diop, Kaouther Ben Hania o Asmae El Moudir, y que algunas de ellas pasaron previamente por el Festival de Cine Africano. De hecho, en el pasado festival de Cannes hubo por primera vez una película dirigida por una mujer africana, Ramata-Toulaye Sy, que aspiró a la Palma de Oro en 2023. Asimismo, el año pasado también fue el primero en el que una mujer afrodescendiente competía en la sesión oficial del Festival de Venecia, Ava DuVernay.
La 21 edición del FCAT se centrará en «películas hechas por mujeres que ponen en escena a otras mujeres y que dan protagonismo a mujeres en su pluralidad». De forma paralela, el festival reflexionará sobre afrofeminismos en su foro El Árbol de las Palabras. Será a través de una visión interseccional del feminismo, mirando «no sólo a las cuestiones de género, sino también aspectos relacionados con la raza, la clase social, la etnia o la religión que permita apreciar la riqueza y la pluralidad de las vidas de las mujeres africanas, promoviendo su inclusión y empoderamiento».
La presencia del FCAT no suele limitarse a Tarifa y Tánger, sino que posee satélites más cerca y más lejos de su territorio. Este año se suma a extensiones clásicas como las que se celebran en el Parque de Los Toruños (Puerto de Santa María) o Ceuta, la extensión de Sevilla, donde el Centro de Iniciativas Culturales (Cicus) y la Fundación Tres Culturas acogerán las actividades del festival durante sus días de celebración, concretamente el lunes 27, el martes 28 y miércoles 29 de mayo.