Estos ejercicios además de velar por las medidas de seguridad individuales y colectivas, han incorporadas aquellas que atañen a la prevención del Covid-19
El Hospital Universitario Puerto Real ha sido escenario durante este mes de dos simulacros: uno de emergencia medioambiental y otro de incendio. Para ello, además del cumplimiento de todas las medidas de seguridad individuales y colectivas, se ha tenido en cuenta aquellas que atañen directamente a la prevención del Covid-19.
El simulacro de emergencia medioambiental tuvo una fase previa, consistente en una charla formativa sobre las actuaciones ante esta incidencia y sobre los equipos de protección individual que tienen que utilizar los profesionales. El ejercicio ha consistido en la simulación de un derrame de un fármaco (metrotexato, un citostático) en el Hospital de Día Obstétrico: cuando el profesional se prepara a para administrar el metrotexato a una paciente, la jeringa que ya viene preparada desde la Unidad de Farmacia, se cae al suelo y se produce un derrame.
El profesional procede a delimitar la zona, usar el kit ante un derrame, seguir el protocolo establecido y depositar los residuos en el contenedor adecuado; asimismo, procederá a avisar a limpieza, que realizará actuaciones en la zona según protocolo.
La programación de este ejercicio ha corrido a cargo de la Unidad de Gestión Medio Ambiental, la de Farmacia y ha contado con la colaboración de la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales, así como del Servicio de Obstetricia y Ginecología, del que han participado ocho profesionales.
Con este ejercicio se pretende comprobar el correcto funcionamiento del protocolo establecido en la administración de citostáticos y garantizar la seguridad y salud de los profesionales que lo administran.
Simulacro de incendio
El simulacro de incendio ha consistido en un conato en el almacén de residuos peligrosos situado en la zona industrial del hospital portorrealeño y ha contado con la colaboración del Servicio de Medio Ambiente y Mantenimiento del centro y de las empresas de mantenimiento, limpieza y seguridad, así como con la participación de la Comisión de Dirección.
El ejercicio ha consistido en una simulación de un conato de incendio con origen en un enchufe que, a su vez, produce que salgan ardiendo varias garrafas situadas en las cercanías.
Los profesionales que se encuentran en el almacén activan la alarma y proceden a extinguir el incendio con un extintor. El equipo de segunda intervención (mantenimiento y seguridad) corta el acceso, tanto de vehículos como de personas, a la zona y proceden a comprobar que el incendio está controlado. El jefe de intervención avisa al jefe de emergencia e informa a Medio Ambiente de la situación; una vez controlado el incendio, se pone fin a la emergencia.