El poblado de Doña Blanca celebra su Fiesta del Verano con atracciones, música y fiesta del agua
La tradicional cita estival en El Puerto de Santa María reunió a vecinos de todas las edades en una jornada de convivencia y entretenimiento
El Poblado de Doña Blanca vivió este sábado una animada Fiesta del Verano organizada por la Asociación de Vecinos El Castillo y el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, a través de la Concejalía de Relaciones con la Ciudadanía. La celebración, que tuvo como epicentro el local social ‘El Cine’, reunió a cientos de participantes en un evento ya consolidado en el calendario estival de la ciudad.
La jornada estuvo pensada para todos los públicos, con una oferta variada que incluyó juegos y atracciones infantiles para los más pequeños, mientras que jóvenes y adultos disfrutaron de música, gastronomía y la esperada ‘Fiesta del Agua’, uno de los momentos más refrescantes y divertidos de la cita.
El evento contó con una barra de precios populares, lo que permitió una participación asequible y accesible para todos. Además, destacó por su ambiente acogedor y su contribución a fortalecer los lazos vecinales en Doña Blanca, un enclave que representa el alma rural y el patrimonio humano de El Puerto.
El teniente de alcalde Javier Bello, presente en la celebración, agradeció “la entrega y dedicación de la Asociación de Vecinos El Castillo” y resaltó que “esta fiesta es un claro ejemplo de cómo la implicación vecinal mantiene vivas nuestras tradiciones y fomenta el espíritu de comunidad”. Asimismo, subrayó el compromiso del equipo de gobierno local con las barriadas y zonas rurales, “respaldando iniciativas que promueven la cultura, la participación y el bienestar social como motores de cohesión y desarrollo”.
La Fiesta del Verano de Doña Blanca forma parte del programa estival impulsado por el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, que recorre diferentes puntos del municipio con el objetivo de acercar actividades lúdicas y culturales a todos los barrios, descentralizando la oferta para que ningún rincón quede fuera de la programación.
En definitiva, la jornada convirtió al Poblado de Doña Blanca en un punto de encuentro intergeneracional donde familias y vecinos compartieron momentos de diversión y convivencia, demostrando una vez más que la vida comunitaria es el mejor motor para construir una ciudad más unida y participativa.
