El Puerto de la Bahía de Cádiz instala diez desfibriladores y se convierte en espacio cardioprotegido
La Autoridad Portuaria refuerza la seguridad con la instalación de DEAs en sus cuatro dársenas y la formación del personal en técnicas de reanimación cardiopulmonar para actuar ante posibles paradas cardíacas.

El Puerto de la Bahía de Cádiz ha dado un paso importante en materia de prevención y seguridad al convertirse oficialmente en un espacio cardioprotegido, gracias a la instalación de diez desfibriladores semiautomáticos (DEA) distribuidos en sus cuatro dársenas: Cádiz, Zona Franca, La Cabezuela-Puerto Real y El Puerto de Santa María.
La medida, impulsada por la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, busca garantizar una respuesta rápida y eficaz ante emergencias cardíacas, especialmente en zonas de tránsito habitual de trabajadores, usuarios y visitantes. La iniciativa se completa con la formación del personal portuario en reanimación cardiopulmonar (RCP) y en el uso adecuado de los desfibriladores, así como con la colocación de señalética específica que incluye códigos QR con la geolocalización de cada dispositivo.
La instalación se ha llevado a cabo en espacios de dominio público portuario con el objetivo de reducir los tiempos de respuesta ante una parada cardiorrespiratoria. Según datos del European Resuscitation Council, cada minuto que transcurre sin atención médica tras un paro cardíaco disminuye en un 10% las probabilidades de supervivencia, lo que subraya la importancia de contar con estos dispositivos en lugares de uso público.
Desde la Autoridad Portuaria destacan que esta actuación se enmarca en su compromiso con la salud, la prevención y la mejora continua de la seguridad en sus instalaciones. La actuación no solo pretende salvar vidas, sino también concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de incorporar desfibriladores en espacios públicos y formar a los trabajadores en primeros auxilios.
Además, la instalación de estos equipos responde a una línea de trabajo que sitúa a los puertos como infraestructuras clave no solo en el ámbito económico, sino también en la protección de las personas. La actuación convierte al Puerto de la Bahía de Cádiz en un referente andaluz en la implementación de medidas de cardioprotección en entornos logísticos y portuarios.
Con esta acción, el puerto se suma a otros espacios públicos que ya cuentan con dispositivos DEA y contribuye al objetivo de mejorar las tasas de supervivencia en casos de emergencia cardíaca. La inversión también contempla el mantenimiento periódico de los equipos y la actualización de la formación del personal cada cierto tiempo, garantizando así la eficacia del sistema implantado.