Los diputados de ERC y de Bildu han optado por no participar este martes en el minuto de silencio que se ha guardado en el Pleno del Congreso en memoria de los dos guardias civiles asesinados hace diez días en Barbate (Cádiz) al ser arrollados por una narcolancha. Junts, el otro partido independentista de la Cámara, tampoco ha estado presente en el hemiciclo.
Ese homenaje lo propuso formalmente Vox, si bien fue asumido por los principales grupos parlamentarios de la Cámara. La presidenta, la socialista Francina Armengol, ha subrayado que el Congreso «comparte el dolor de sus familiares, compañeros y amigos, se suma al luto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y desea la pronta recuperación del guardia civil herido».
Los diputados, puestos en pie, han guardado el minuto de silencio al inicio de la sesión plenaria, a las tres de la tarde, pero se han podido ver muchos huecos en el hemiciclo, sobre todo en la mitad del grupo de Sumar, incluyendo el secretario primero de la Mesa, Gerardo Pisarello, y en los bancos de ERC, Junts, Bildu y Podemos.
Mientras que desde el partido morado aseguran que no ha sido una ausencia premeditada, fuentes de ERC y de Bildu han confirmado a Europa Press que han declinado participar al considerar que Vox pretendía usar políticamente la tragedia.
«LOS SOCIOS DE SÁNCHEZ», DICEN PP Y VOX
La ausencia de diputados independentistas no ha pasado desapercibida a PP y Vox. La portavoz ‘popular’ de Interior, Ana Vázquez, ha criticado que «los socios de Sánchez se ausentan del minuto de silencio por los guardias civiles asesinados en Barbate y apoyo a las Fuerzas de Seguridad». «Hay que ser indignos», ha escrito en la red social X.
«No esperábamos menos de los socios del Gobierno: entre los trabajadores y los delincuentes, siempre con los delincuentes», ha añadido la portavoz de Vox, Pepa Rodríguez de Millán.
El homenaje sí ha sido secundado masivamente por PP, PSOE y Vox, aunque no estaba presente el presidente Pedro Sánchez ni sus ministros, ni tampoco los líderes del PP, Alberto Núñez Feijóo, y de Vox, Santiago Abascal. Y en el banco azul del Ejecutivo todos los escaños estaban vacíos.