España huele a muerte, a personas pobres, a hombres y mujeres sin suerte. España no tiene color, solo odio y miedo, hambre y desolación. Corazones negros y grises, que no pueden vivir, lo suyo solo es poder subsistir. Esa España la conocí yo, cuando mandaba el dictador, no se podía hablar, no se podía opinar, no se podía pensar, solo obedecer, huir y correr.
Policías con uniformes grises, universidades grises, el negro de la muerte, hombres y mujeres sin suerte. Y aun así, la iglesia no lo condeno, y aun hoy la iglesia no lo condena.
Paseo al dictador bajo palio, mientras hombres y mujeres sin suerte pedían a DIOS, una España nueva, un país mejor.
Hombres y mujeres sin cultura, la que la dictadura le negó, hombres y mujeres sin consuelo, de esos que con sotanas, le hablaban en nombre de DIOS.
Muchos años sin elevar la voz, no se molestaran el dictador, y ahora siguen con su silencio, porque para ellos, para muchos de ellos, obispos y cardenales, vivieron su mejor verano, calientitos y alimentados, con sus sotanas negras, en una España negra,
Mientras hombres y mujeres sin suerte malvivían en una España que solo olía a muerte.
Y esa España ha vuelto, salarios infames, jóvenes que tienen que irse de nuestro país para labrarse un porvenir que en nuestra patria no le es posible, millones de familias sin recursos, niños desnutridos porque sus padres no le pueden dar una alimentación equilibrada y nutricionalmente adecuada, millares de desahucios.
Y ha vuelto gracias a los votantes del PP, la complicidad de Ciudadanos apoyando un nuevo gobierno de Rajoy y la traición a sus votantes por parte de un PSOE, donde traicionando a su historia ha hecho posible que todos nosotros volvamos a la peor de las condenas posibles, un nuevo gobierno de la derecha más reaccionaria de Europa, solo nos queda la esperanza de que la historia le pasen fractura, mientras no nos queda otra que gritar por nuestra dignidad y luchar por nuestros derechos y para ello tenemos las calles y sobretodo la convicción de que estamos en posesión de la verdad y no hay mayor verdad que todos tenemos derecho a vivir y vivir con dignidad.
España es un país rico, tan solo tenemos la desgracia de tener los peores políticos, solo nosotros podemos cambiar la situación, pero para ello tendremos que luchar, todos juntos, porque este país es nuestro, de todos nosotros, que no nos lo sigan robando los mismos de siempre, aquellos que le robaron la vida a nuestros abuelos y que se creen los amos de un país que es nuestro.
Y a los de las sotanas, solo recordarle que iglesia, solo hay una verdadera, la que fundó Jesucristo, aquel que decía: Practiquen en este lugar la justicia y la rectitud, libren del explotador al oprimido, no humillen ni maltraten a los extranjeros, los huérfanos y las viudas. No maten gente extranjera en este lugar. Jeremias 22.3.