En el día de ayer los socialistas gaditanos eligieron a los 17 delegados que representarán a la Agrupación Municipal de Cádiz en el próximo congreso provincial del 21 de octubre. El clima en la sede del PSOE de Cádiz solo puede describirse como la calma que precede a la tormenta. En la Asamblea de ayer se empezaron a entrever las posiciones que tomarán las distintas facciones que componen el partido en el próximo congreso local a celebrar a final de año.
El hecho de que solo se presentara una lista de candidatos a delegados en el congreso que proclamará de nuevo a Irene García como Secretaria General del PSOE de Cádiz oculta la tensión que se vive en el seno del partido.
González respetó el acuerdo que se viene aplicando desde las primarias entre Pedro Sánchez, Susana Díaz y Patxi López y pactó con el sector susanista la inclusión de cuatro nombres de los diecisiete que componen la delegación gaditana. Estos cuatro puestos reflejan el porcentaje de votos que obtuvo en Cádiz el sector susanista liderado por Javier Puyol. A los seguidores de Patxi López, liderados por el veterano Federico Pérez Peralta les correspondió ocupar dos posiciones mientras que los restantes once candidatos fueron designados por Fran González entre los militantes más afines a su persona, dejando de lado a la mayoría de socialistas que a poyaron a Pedro Sánchez como candidato a liderar el PSOE.
Esta decisión de colocar a los más cercanos responde al distanciamiento del todavía secretario general de los socialistas gaditanos con el sector pedrista de Cádiz. Un distanciamiento que comenzó en el mismo Congreso que llevó a Pedro Sánchez a la Secretaría General del PSOE, en el que el líder de los socialistas gaditanos no vio colmadas sus aspiraciones de ocupar un puesto en el Comisión Ejecutiva Federal del partido. Esto provocó que Gónzález decidiera no apoyar a ninguno de los candiatos que optaron a la secretaría general provincial del PSOE, no avalando ni al candidato pedrista, José Ruiz Cayuso, ni a Irene García.
A Fran González le siguen saliendo frentes en su tortuoso camino al frente del PSOE de Cádiz. Así, a sus continuos vaivenes en el Ayuntamiento de Cádiz, donde unas veces se le tacha de obstaculizar la labor de gobierno y otras de lo contrario, su distanciamiento con la propia Susana Díaz y, por ende, con sus seguidores en la provincia de Cádiz, encabezados por Irene García y Manuel Jiménez Barrios se suma ahora una guerra abierta con los pedristas.
Al líder socialista le queda un vía crucis de aquí hasta el congreso local de finales de año. Tras un mandato con muchas sombras y escasas luces, González obtuvo el peor resultado histórico del PSOE en la ciudad en las pasadas elecciones municipales y ha llevado a una agrupación que contaba con numerosos cargos orgánicos e institucionales a la irrelevancia política. A González no le ha quedado otra salida que convertir la agrupación socialista en el Führerbunker y esperar que dos facciones aparentemente irreconciliables como pedristas y susanistas no decidan unir sus fuerzas para desalojarle del poder. Por el momento van sonando algunos nombres que aspiran a sucederle al frente de Gaspar del Pino.