El consejero de Educación y Deporte hace balance del primer trimeste asegura que sin la implicación de los docentes y del alumnado y la colaboración de las familias no sería posible que el curso funcione con unos parámetros adecuados de calidad
El consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, ha informado de que el alumnado andaluz ha mejorado los resultados académicos del primer trimestre del curso “más complejo y excepcional” de los últimos años como consecuencia de la pandemia que estamos padeciendo a nivel mundial. Esta conclusión se desprende del estudio realizado por los servicios de inspección de la Consejería al finalizar el primer trimestre escolar el pasado mes de diciembre.
En este sentido, el consejero ha indicado que el Gobierno andaluz era muy consciente de que las nuevas circunstancias exigían un esfuerzo presupuestario sin precedentes para un curso escolar tan complicado. “Se han puesto a disposición del sistema educativo andaluz todos los recursos disponibles, más de 713 millones de euros, para el mayor presupuesto de Educación que asciende a 7.400 millones”.
Esta inversión, ha incidido Imbroda, ha permitido reforzar la plantilla docente pública con casi 7.000 nuevos docentes y realizar agrupaciones de alumnos que si bien no son unidades autorizadas, a efectos prácticos son unidades en funcionamiento (desdobles, refuerzos y aulas mixtas). “Si tenemos esto en cuenta, se habrían creado en Infantil y Primaria hasta
3.256 unidades más y en Secundaria más de 1.188 unidades”, ha afirmado. Además, se han entregado ya a los centros 70.000 portátiles y se sigue adquiriendo hasta alcanzar los 100.000 ordenadores y se han realizado obras de mejora y adaptación de espacios. Este aumento de recursos junto con la implicación de los docentes, alumnado y familias han
contribuido a que los resultados académicos del primer trimestre hayan mejorado respecto al curso anterior.
Así, en Educación Primaria, el 78,53% del alumnado ha superado todas las materias, lo que supone una mejora de 2,26 puntos porcentuales con respecto al curso pasado. El número de alumnos con tres o más materias suspensas baja en 4.104, es decir, pasa del 9,68% el curso pasado al 9,20% de este curso. Por su parte, en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) el número de alumnos con todas las materias aprobadas se incrementa en 6.167, lo que supone un aumento de 1,27 puntos porcentuales al pasar del 39,2% al 40,47.
Respecto a las enseñanzas postobligatorias, en Bachillerato, el número de alumnos con todo aprobado sube de un 36,22% el curso pasado a un 37,51% este curso, es decir 2.378 alumnos más y en Formación Profesional, también se da un incremento de los alumnos con todas las materias superadas, pasando del 42,97% al 44,33%, esto es, 3.309 alumnos más.
En este sentido, Imbroda ha mostrado su satisfacción por el trabajo que han realizado docentes y alumnos, con el apoyo de las familias que han tenido que enfrentarse a una situación excepcional y nueva para todos.
Igualmente, el consejero se ha referido a que los centros educativos han tenido que organizarse para que la enseñanza se desarrollara con las “máximas garantías de calidad”. Así el consejero ha explicado que los centros, en el marco de su autonomía pedagógica y organizativa, optaron por implantar la modalidad presencial, telemática o semipresencial, cada uno en función de sus circunstancias y peculiaridades. De hecho, El 93,59% de los claustros ha aprobado el modelo de organización propuesto por el equipo directivo y se ha informado en el Consejo Escolar, y por tanto, a las familias, en el mismo porcentaje.
Respecto a los modelos de flexibilización curricular por los que han optado los centros que imparten 3º y 4º de Educación Secundarias Obligatoria, Bachillerato, Formación Profesional o Enseñanzas de Régimen Especial, los datos aseguran que hay centros que optan por un modelo en exclusiva, otros que combinan varios en función del nivel o enseñanza, y también centros que no adoptan ninguno de ellos, desarrollando sus procesos al 100% de presencialidad.
De esta manera, un 72,98% de los centros públicos que imparten Educación Secundaria han optado por un modelo de organización curricular, mientras que
el 27,01% de ellos no llevan a cabo ninguna adaptación, impartiendo la docencia 100% presencial. En los centros concertados y privados los porcentajes son de un 42,13% con modelo flexible frente a un 57,8% sin ninguna adaptación.
Los centros que han optado por alguno de los modelos de flexibilización lo han hecho en un porcentaje mayor (87%) por el modelo C de “Docencia en modalidad semipresencial con asistencia parcial del grupo en los tramos horarios presenciales”, mientras que un 67% optan por el modelo B de “Docencia en modalidad semipresencial con asistencia del grupo completo en los tramos horarios presenciales” y un 50% por el modelo A “Docencia sincrónica (presencial y telemática).
Imbroda ha señalado que los más importante de estas cifras es que los centros han conseguido implementar esas modalidades de enseñanza garantizando la seguridad y la salud al mismo tiempo que el derecho del alumnado a una educación de calidad.
El objetivo de la Consejería es que el 100% de los centros impartan el currículo al completo, ya en el primer trimestre el 85,14% está trabajando en ello y la Inspección Educativa ha hecho un requerimiento a los centros que aún no están trabajando en esta línea.
Por otro lado, Javier Imbroda ha subrayado que una de sus prioridades era atender al alumnado que, por diversas circunstancias, quedó desconectado el curso pasado durante el confinamiento y al que se había identificado. “Fueron 90.882 alumnos y alumnas y en todos estos casos se ha analizado su situación para tomar las decisiones curriculares que necesitaban este curso, según la diversa casuística”, ha asegurado. De esta manera, al 84,6% de este alumnado se le han aplicado planes específicos de ayuda para facilitar la reincorporación y la continuidad de su proceso de aprendizaje.
Respecto al alumnado más vulnerables, el consejero ha informado de que se han identificado a 6.615 estudiantes que no han asistido al centro durante el primer trimestre del curso por su situación de vulnerabilidad, bien por razones de salud propia o de algún familiar conviviente. De este total, 788 no han podido ser atendidos por falta de colaboración de las familias, de justificación de su situación de vulnerabilidad o por no haber sido posible la comunicación. El servicio de inspección está realizando un seguimiento a este alumnado para que puedan recibir atención en los próximos trimestres.
Sobre el absentismo escolar el estudio realizado por la Consejería demuestra que en datos absolutos el absentismo presenta niveles muy bajos respecto al total del alumnado, 27.431 de un millón de estudiantes, es decir el 2,7%. Sin embargo si se analizan las cifras por etapas, en Primaria ha experimentado un incremento con respecto al curso anterior, pasando de un total de 6.152 protocolo abiertos a 11.427 durante este primer trimestre.
Estos datos obedecen, ha afirmado el consejero, a que el porcentaje de alumnado más vulnerable está en esta etapa (56,84% del total) y a lo que se le suma que algunas familias han decidido que sus hijos no asistieran presencialmente al centro por temor a contagio. Además existe un “absentismo estructural” independientemente de las circunstancias específicas del Covid.
En cambio en la ESO ha disminuido, pasando de 23.569 protocolos a 16.005 durante el primer trimestre de este curso, y en este caso la causa es inversa a la situación en Primaria: el alumnado vulnerable de Secundaria representa un 43,16% del total y, por otro lado, la adopción de medidas organizativas flexibles en Educación Secundaria han favorecido esta disminución del absentismo. En cualquier caso, Imbroda ha asegurado que “es un objetivo esencial de su departamento trabajar en la reducción el absentismo en los dos próximos trimestres”.
Un curso marcado por el COVID-19
Durante su intervención, el titular de Educación y Deporte ha subrayado que sin la implicación de los docentes y de los equipos directivos no hubiera sido posible la vuelta a las aulas durante el primer trimestre. Además, de la colaboración de toda la la comunidad educativa y la coordinación entre las consejerías de Salud y Familias y Educación y Deporte. En este sentido, el consejero ha afirmado que “hoy podamos estar razonablemente satisfechos con el desarrollo del curso, que hayamos sido capaces de hacer de los centros educativos probablemente los espacios más seguros y que los procesos de enseñanza-aprendizaje se estén llevando a cabo en unos parámetros de calidad adecuados”..
Imbroda ha detallado las medidas que han puesto en marcha los centros para que las aulas sean entorno seguros, teniendo en cuenta que el riesgo cero no existe. Así, el l00% de los centros docentes andaluces elaboró su Protocolo COVID, de acuerdo con las medidas y recomendaciones establecidas por la Consejería de Salud y Familias. Además, todos los centros docentes han tenido un coordinador COVID y un enfermero de referencia como cauce de comunicación con la Consejería de Salud.
El 97% de los centros han establecido grupos de convivencia escolar para utilizar una o varias aulas donde desarrollar, siempre que sea posible y las características de las áreas lo permiten, toda la actividad lectiva, y los espacios del recreo y el uso de aseos está sectorizado.
Asimismo en el 88,50% de los centros el número de docentes que atiende a los grupos de convivencia escolar establecidos es el mínimo posible y las personas responsables de las tutorías imparten el mayor número posible de áreas, según establece el documento de medidas y en el 97,85% de los centros, la entrada y salida del alumnado, así como los intercambios de clase y recreos establecidos evitan o reducen las aglomeraciones.
Incidencia COVID en los centros docentes
Por último, Javier Imbroda ha informado de que los porcentaje de los centros afectados por suspensión temporal de docencia presencial, han oscilado entre el 7,94% del 1 de octubre de 2020 al tan solo 0,8% de centros a fecha 14 de diciembre de 2020.
En porcentaje acumulado, se ha suspendido la actividad docente presencial en un 4,28% de las 78.024 aulas que tiene el sistema educativo andaluz y los porcentajes de aulas suspendidas a la vez han oscilado entre el 0,70% del 1 de octubre de 2020, con un total de 553, al 0,07% de aulas el 14 de diciembre de 2020, con 61 de ellas con docencia suspendida. En este primer trimestre el 1,07% del alumnado se ha visto afectado por el COVID y un 2,08% del profesorado.