La Guardia Civil ha investigado a un depositario judicial de Jerez de la Frontera (Cádiz) como presunto autor de un delito de apropiación indebida y otro de estafa en la venta ilegal de 14 caballos de pura raza española.
Según ha explicado la Guardia Civil en una nota, el investigado, propietario de un centro hípico de Jerez, recibió 38 animales en óptimas condiciones para su cuidado y subasta por lotes, pero el lamentable estado de los mismos hizo que 14 de los animales fueran devueltos por el estado que presentaban.
Tras ser devueltos los animales por sus adjudicatarios, volvió a venderlos sin documentación alguna que los amparara y sin comunicar a los compradores la situación judicial de los animales. La intervención del Seprona ha permitido la recuperación de estos animales, uno de los cuales se encuentra en Bélgica.
La investigación se inició tras recibir requerimiento de la autoridad judicial para esclarecer el modo en el que se habría producido la subasta de 38 caballos, la mayoría de ellos de pura raza española, tras ser intervenidos a su propietario en el marco de una operación desarrollada en el Campo de Gibraltar por tráfico de drogas y blanqueo de capitales.
La investigación de los guardias civiles permitió conocer que la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos (ORGA), a través de auto judicial, entregó los animales para su cuidado y venta por lotes a una empresa de Jerez como depositaria de los equinos hasta su subasta, con el fin de garantizar una parte del pago que se desprendían del procedimiento judicial abierto por narcotráfico y blanqueo de capitales.
Para realizar las acciones encomendadas por orden judicial, se realizaron cuatro subastas por lotes de 36 animales, ya que uno de ellos fue adjudicado al escuadrón de caballería de la Policía Nacional y otro de los animales falleció mientras estaba bajo los cuidados del depositario.
Las subastas se realizaron mediante la difusión de fotografías de los animales, obtenidas en el momento de su depósito, estando los équidos en un estado óptimo, nada que ver con el estado en el que se entregaron los animales a sus nuevos dueños, los cuales además tenían que hacer frente al pago de los gastos de manutención y cuidados de los mismos en las instalaciones del depositario.
Tal era el estado de abandono de los caballos que uno de los nuevos propietarios renunció a llevarse los 14 animales por los que había pujado y pagado, ya que su estado no se correspondía en absoluto con el que se le había mostrado por fotografías.
A pesar de haber pagado el precio de subasta y el importe de la manutención de los animales, el depositario de los mismos continuó utilizando los mismos en su centro de hípica, a la vez que los ponía de nuevo a la venta, sin comunicar a los compradores que dicha transacción era totalmente ilícita y que no poseía título de propiedad alguno que permitiese la venta de los animales.
Por tales hechos se inspeccionaron 12 explotaciones equinas, distribuidas en demarcaciones de las Comandancias de Cádiz (7), Algeciras (2), Sevilla (1), Jaén (1) y Gerona (1), con el apoyo de unidades del Seprona de Andújar (Jaén) y Figueres (Gerona), donde se localizaron los 14 animales vendidos de manera ilegal, encontrándose uno de ellos en Bélgica.