Desde que el Gobierno andaluz eliminó a finales de 2020 el modelo de la subasta, los andaluces disponen del medicamento que necesitan según el criterio de sus médicos
El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, en su comparecencia en el Parlamento andaluz para informar sobre la subasta de medicamentos, ha recordado el compromiso del Gobierno andaluz de eliminar este modelo implantado por el Gobierno socialista en 2012, «ya que este sistema era un recorte encubierto en la sanidad andaluza, atentaba contra los derechos de los ciudadanos al no poder acceder a todos los medicamentos del mercado e iba contra la competencia de la industria farmacéutica en nuestra Comunidad».
Aguirre ha explicado que «el anterior gobierno socialista estuvo hasta el último momento firmando nuevas subastas de medicamentos, lo que provocó que el nuevo Gobierno tuviera que esperar a la finalización de las mismas para no hacer frente a los elevados costes económicos, a efectos del pago de indemnizaciones a los laboratorios que habían ganado la subasta en el caso que se hubieran extinguido de forma anticipada».
En este sentido, ha recordado que «el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se comprometió con los andaluces que si llegábamos al Gobierno de Andalucía finalizaría la subasta de medicamentos y hemos cumplido nuestra palabra».
El fin de las convocatorias de selección de medicamento, conocidas como «subastas», no consiste, a juicio del consejero, «en la adquisición de medicamentos, sino en la selección de las marcas que los farmacéuticos han debido dispensar en las oficinas de farmacia, cuando se han prescrito los medicamentos en principio activo».
Sin lugar a dudas, «el fin de las subastas supone un logro social para los andaluces, porque a partir de ahora, el médico continuará prescribiendo el medicamento que estime oportuno y si la prescripción la realiza por principio activo, el farmacéutico elegirá la marca comercial más conveniente al paciente«, ha destacado.
De este modo, «se evitan desabastecimientos en las farmacias, se mejora la adherencia al tratamiento del paciente al no tener que cambiar con frecuencia de medicamento y se aumenta la competencia entre laboratorios, fomentando la industria de los genéricos en Andalucía».
Aguirre ha recordado que «en la Ley de Presupuestos del año 2021, el Parlamento aprobó la modificación de la Ley 22/2007, de 18 de diciembre, de Farmacia de Andalucía con el fin de eliminar la obligatoriedad de realizar las convocatorias de selección de medicamentos». Esta modificación era necesaria puesto que en el texto anterior existía la posibilidad que, ante un contencioso administrativo, el tribunal obligara al Servicio Andaluz de Salud a convocarlas, en los términos establecidos en el artículo 60 bis y sucesivos de la Ley 22/2007, de 18 de diciembre, de Farmacia de Andalucía.
Por otro lado, el titular de Salud y Familias ha detallado la evolución del gasto en prestación farmacéutica y productos dietéticos, a través de recetas en la que se observa crecimientos similares en los últimos tres años y un descenso del 4,13% en enero de 2021 por la disminución de medicamentos para la gripe y resfriados que, prácticamente, han desaparecido por las medidas de protección en la pandemia».
Causas de la subida
Las causas del incremento del gasto en prestación farmacéutica son, en palabras del consejero, «un mayor número de prescripciones al año (2,10% de media), la subida del precio medio de los medicamentos (2,16% de media), un aumento continuado de la población andaluza mayor de 65 años (1,89% en 2020) y la incorporación de nuevos tratamientos de precio elevado que desplazan a otros antiguos de menor precio, como por ejemplo, los nuevos antidiabéticos orales y sus combinaciones, que tienen un precio medio de algo más de 60 euros frente a los antiguos que no llegaban a los 10 euros».
Aguirre ha aclarado que «este grupo de medicamentos, con un crecimiento del 40% en 2020, ha supuesto en ese año un incremento de 28,3 millones de euros«. «Otro ejemplo es la entrada en la financiación de los medicamentos para la deshabituación tabáquica, que ha supuesto «un incremento de 5,7 millones de euros y que, desde una perspectiva de salud pública, supone una inversión muy necesaria».
Además, a causa de la pandemia, han crecido los analgésicos y antipiréticos en un 13%, lo que supone un incremento de 3,4 millones de euros.
Finalmente, el consejero de Salud y Familias ha subrayado, a modo de conclusión, que «el gasto medio por habitante de Andalucía en 2020 ha sido de 235,41 euros, situándose por debajo de la media nacional que es de 235,60 euros.»