El jugador ha calificado todo este asunto de «circo mediático» y asegura estar sufriendo un linchamiento público
Juan Cala ha sido rotundo en su comparecencia esta mañana ante los medios tras el entrenamiento del conjunto cadista. El jugador, muy enfadado, ha negado haber insultado al jugador valencianista Diakhaby. En su declaración ha asegurado que lo que le dijo fue «Déjame en paz» después de que el valencianista le recriminara por un lance del juego. «Nunca he dicho eres un negro de mierda», ha negado con rotundidad.
Cala ha anunciado también que emprenderá acciones legales contra el presidente del Valencia Club de Fútbol, Anil Murthy, que en un video difundido ayer acusa al jugador cadista de «tener cara de culpable». Además no descarta demandar también a todos aquellos que le han acusado de racista sin pruebas.
Minutos antes de la rueda de prensa Diakhaby publicaba un video en sus redes sociales en el que contaba su versión de los hechos sin citar en ningún momento a Cala. El francés aseguraba además que un jugador cadista del que no ha dicho el nombre se acercó al equipo rival para preguntar si era posible que el conjunto valencianista regresara al terreno de juego si Cala se disculpaba. «Es falso», ha negado Cala, que además se ha comprometido a abandonar el fútbol si Diakhaby decía qué jugador había protagonizado ese episodio.
Juan Cala ha calificado todo este asunto de «circo mediático» y asegura estar sufriendo un linchamiento público. El jugador ha respondido a todas las cuestiones que los medios de comunicación le han planteado sin circunloquios ni rodeos. Ha asegurado estar deseando que todo esto pase cuanto antes para pensar en el próximo partido contra el Getafe, para el que se siente preparado si el técnico lo considera oportuno.
Lo cierto es que por el momento Juan Cala ha sido el único que se puesto frente al escrutinio de la prensa. Por parte del Valencia se han limitado a lanzar comunicados y vídeos enlatados dando su versión de los hechos y acusando de forma desmesurada al jugador cadista. También es cierto que el club valencianista no pasa por su mejor momento institucional y que todo este asunto desvía la atención sobre los graves problemas que atraviesa la entidad.
Mientras la rueda de prensa se desarrollaba los comentarios en Twitter no se hacían esperar. Defensores y detractores han seguido con sus argumentos sin que las palabras de Cala les movieran un centímetro de sus posiciones. Conforme pasaban los minutos los del dedo acusador han virado el objetivo de sus insultos. De condenar a Cala han pasado a acusar a los periodistas de ser indulgentes con el jugador y no contribuir al circo que se montado con este asunto.
Lo ocurrido el pasado domingo ya está en manos del Comité de Competición, que tendrá que valorar si el incidente es motivo de sanción.