El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento este martes de la concesión, a través de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, de las ayudas por la parada biológica de 2023 a los pescadores a pie dedicados a la captura de la coquina en el caladero del Golfo de Cádiz. Se trata de una subvención que asciende a 306.720 euros destinados a 142 pescadores.
Según una nota de la Junta, estas ayudas son las primeras por paradas temporales para la recuperación de la coquina que el colectivo de los mariscadores de a pie recibe de la Junta de Andalucía. Están subvencionadas por el Fondo Europeo Marítimo Pesquero y de la Acuicultura (Fempa) en un 70%, con una aportación del 30% de la Junta de Andalucía.
En la actualidad hay concedidas 239 licencias específicas para la coquina y están pendientes 199 solicitudes de las que 156 son favorables inicialmente.
Con la subvención por la parada biológica, el Gobierno andaluz garantiza la continuidad de la propia actividad pesquera, dada su importancia desde el punto de vista económico y social, preservando el mantenimiento de las empresas y del empleo vinculados al sector.
Los pescadores a pie que se dedican a la captura de la coquina en el Golfo de Cádiz han paralizado su actividad en el periodo comprendido entre el 1 de mayo y el 18 de junio de 2023, ambos incluidos.
Los profesionales del marisqueo a pie del Golfo de Cádiz realizan su actividad en las playas del litoral de Huelva y en Sanlúcar de Barrameda mediante herramientas manuales, un rastro de mano y una zaranda para la criba de la coquina, con lo que se evitan las capturas que tengan tallas inferiores a las reglamentarias.
Con estas ayudas, la Junta de Andalucía emplea las medidas financieras establecidas por la Unión Europea para fomentar la pesca sostenible y la recuperación y conservación de los recursos biológicos acuáticos.
Los fondos del Fempa están dirigidos también a las actividades sostenibles de la acuicultura, a la transformación y comercialización de productos de la pesca y acuicultura con el objetivo de preservar la seguridad alimentaria de la Unión, para permitir así una economía azul sostenible en las zonas costeras, insulares e interiores y fomentar el desarrollo de las comunidades pesqueras y acuícolas.
Estas subvenciones buscan reforzar la gobernanza internacional de los océanos y permitir que los mares y océanos sean seguros, protegidos, limpios y estén gestionados de manera sostenible. El Gobierno andaluz advierte que la coquina del caladero del Golfo de Cádiz representa un recurso marisquero de alta importancia socioeconómica.
Según la Junta, la captura de forma exclusiva por mariscadores profesionales a pie, y por un pequeño número de embarcaciones marisqueras autorizadas al uso del rastro remolcado. Es una especie de vida corta y crecimiento rápido que, al igual que otras muchas especies de características similares, depende altamente de las fluctuaciones de las variables ambientales, así como del nivel de presión marisquera que se ejerza.
PLAN DE GESTIÓN PARA LA COQUINA
Para preservar este caladero, el Gobierno andaluz ha puesto en marcha un Plan de Gestión para la coquina en el Golfo de Cádiz con el fin de alcanzar niveles de rendimiento máximo sostenible, sobre un modelo de explotación respetuoso con el ecosistema, considerando los aspectos sociales y económicos donde se establecen una serie de cuestiones a tener en cuenta, como el criterio de precaución en la gestión pesquera, procurando asegurar que la explotación de los recursos biológicos marinos vivos restablezca y mantenga las poblaciones de especies capturadas por encima de los niveles que puedan producir el rendimiento máximo sostenible.
La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, a través de la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (Agapa), y el Instituto Español de Oceanografía trabajan en el seguimiento y evaluación de esta pesquería desde hace ya algunos años.
Uno de los principales indicadores que se utilizan para valorar el estado de un recurso pesquero son los rendimientos pesqueros y la dinámica poblacional de la especie. En este seguimiento se han realizado muestreos mensuales dirigidos a la obtención de parámetros biológicos tales como talla de primera madurez, época de puesta, potencial reproductivo y tasas de crecimiento de la coquina.
A su vez, realizan muestreos mensuales o trimestrales in situ, que aportan información sobre la evolución de los rendimientos, estructura en tallas y reclutamiento, entre otros aspectos.