La Consejería licita las obras, de la convocatoria Ciudad Amable de 2014, por 240.965 euros para ganar más espacio al peatón
La Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, a través de la Delegación territorial en Cádiz, ha retomado seis años después el proyecto de reordenación de los accesos del barrio de la Villa de Olvera con la licitación de las obras con un presupuesto de 240.965 euros. La iniciativa, que se remonta a la convocatoria de Ciudad Amable de 2014, pretende ganar espacio para el peatón con la creación de nuevas zonas de esparcimiento, la clarificación de itinerarios peatonales y regularización de aparcamientos.
La Junta de Andalucía se ha propuesto reactivar el proyecto en este año. En primavera, la delegada territorial de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio en Cádiz, Mercedes Colombo, firmó un nuevo convenio de colaboración el alcalde de Olvera, Francisco Párraga, para encauzar un proyecto que ya se intentó sin éxito hace seis años.
La actuación, que está financiada al 80 por ciento con fondos europeos Feder y tiene una plazo de ejecución estimado de cuatro meses una vez que se inicien las obras, propone la reordenación urbana de más de 2.000 metros cuadrados en la confluencia de la calle Rosaleda y la plaza del Matadero, que confirman el acceso al antiguo Barrio de la Villa en Olvera. La topografía es irregular con muros de contención que alcanzan una altura máxima de cuatro metros y con una fuerte pendiente que en algunos puntos supera el 16 por ciento.
El principal objetivo de este proyecto es dotar de más zonas peatonales a este entorno. Hasta ahora, la práctica totalidad del espacio se encuentra a disposición de los vehículos, salvo unas reducidas aceras perimetrales que discurren junto a las viviendas. El tráfico rodado en el eje principal quedará restringido a una calzada de doble sentido de 5,5 metros de anchura en el caso de la calle Pico y su prolongación en la vía plaza del Matadero. Anexa a esta calzada, en la calle Pico, se dispondrá una zona de aparcamientos en cordón y en batería. La calzada de la calle Rosaleda se mantendrá en su estado actual, compartiendo espacio con los peatones, ya que el escaso tráfico existente lo permite. De hecho sólo se construirá una plataforma elevada con un ancho de calzada de tres metros en su entronque con la calle Pinto y la plaza del Matadero.
En la calle Pico, plaza del Matadero y el entronque de la calle Rosaleda con la primera se optará por el sistema de plataforma única con calzadas y aceras al mismo nivel estableciendo la prevalencia del peatón, favoreciendo el cruce de los peatones y apaciguando el tráfico. El resto de los espacios quedarán como tres plazas peatonales separadas por las calzadas y por los muros de contención existentes. Estos espacios se dotarán de arbolado –jacarandas que se unirán a los naranajos ya existentes–, jardineras, bancos y, por último, pavimentos mixtos que evitan la sensación de plaza hormigonada.
Además de estas actuaciones, aprovechando la reurbanización de la plaza se sustituirá la actual red de abastecimiento de agua potable, de fibrocemento, por una nueva de fundición.