La película ‘Caín’ vuelve a proyectarse en Chiclana 40 años después de su estreno
El largometraje de Manuel Iborra, rodado íntegramente en Chiclana y estrenado en 1986, regresa a la ciudad con un pase especial este viernes en el Centro de Interpretación del Vino y la Sal dentro del ciclo ‘Cheap Thrills’.

Chiclana acogerá este viernes 21 de noviembre, a las 18:30 horas, la proyección de la película ‘Caín’, el segundo largometraje del cineasta Manuel Iborra, rodado en el municipio a mediados de los años ochenta y considerado una obra determinante en su trayectoria. El pase, con entrada libre hasta completar aforo, tendrá lugar en el Centro de Interpretación del Vino y la Sal dentro del ciclo cinematográfico ‘Cheap Thrills’, una iniciativa que rescata producciones singulares de la filmografía española vinculadas a la autoría y a los territorios donde fueron filmadas. La frase objetivo película Caín Chiclana aparece en las primeras líneas para su posicionamiento SEO.
El regreso de ‘Caín’ supone la primera oportunidad en cuatro décadas para volver a ver en pantalla grande una obra rodada íntegramente en la ciudad y profundamente ligada a la memoria colectiva de varias generaciones de chiclaneros. El filme fue grabado entre 1985 y 1986 y se estrenó en mayo de 1986 en Sevilla, en un momento en el que la producción cinematográfica andaluza atravesaba una notable expansión y la industria audiovisual comenzaba a mirar hacia nuevos enclaves más allá de los grandes centros urbanos.
La proyección contará con la presencia de su director, Manuel Iborra, acompañado por Francisco Gómez, exdirector del colegio Maestra Carmen Sedofeito —donde se desarrollaba buena parte de la acción de la película— y por el fotógrafo Rafael Fernández. La participación de quienes formaron parte del rodaje busca reforzar el componente emocional del reencuentro con la obra y compartir el impacto que generó entre la ciudadanía durante su filmación.
El rodaje de ‘Caín’ fue un acontecimiento social en la Chiclana de la época, ya que se llevó a cabo un casting escolar al que se presentaron más de 3.000 niños y niñas del municipio. Solo quince fueron finalmente seleccionados para conformar el reparto infantil, entre ellos José Antonio Romero, quien interpretó al protagonista y que con el paso del tiempo ha desarrollado su vida profesional como guardia civil. A él se sumaron Pepi, Mellizo, Rosi, los hermanos Titis, las Mellizas, Loli ‘Super girl’, Gali, Antoñito, Juani, Charí y Cristóbal, nombres que permanecen ligados en el imaginario local a la película.
Iborra decidió durante la producción no doblar las voces originales del reparto infantil, pese a las recomendaciones en favor de una pronunciación más neutra para su circulación fuera de Andalucía. El director defendió la naturalidad de los intérpretes, un elemento decisivo para preservar el retrato social que la película ofrecía. Pese a este riesgo artístico, ‘Caín’ tuvo recorrido internacional y llegó a proyectarse en festivales como Berlín, Moscú o Los Ángeles.
El largometraje toma su nombre del protagonista, un niño amante de los animales que pertenece a la clase 5ºR, “quinto de repetidores”, un aula diversa que funciona como reflejo de las realidades de la infancia y del sistema educativo de la época. El filme contó también con la participación de reconocidos actores como Carles Velat en el papel de don Cuco, Antonio Resines como director del centro, y Verónica Forqué, contribuyendo a dotar de mayor presencia y proyección mediática a la producción.
Entre los escenarios naturales que aparecen en la película figuran localizaciones emblemáticas de Chiclana como el colegio Maestra Carmen Sedofeito, el antiguo muelle del poblado de Sancti Petri, la playa de La Barrosa en las proximidades de Torre Bermeja, la bodega El Carretero y la ermita de Santa Ana. La cinta funciona, por tanto, como un documento cultural y paisajístico que registra la ciudad a mediados de los años ochenta.
La recuperación pública de la película Caín Chiclana a través de esta proyección especial confirma el creciente interés por rescatar y poner en valor el patrimonio audiovisual local. Para los organizadores, la iniciativa es una oportunidad para reivindicar la historia cinematográfica de la ciudad, fortalecer la memoria cultural y acercar la obra a público que no pudo verla en su momento, así como a nuevas generaciones que han escuchado hablar de ella sin haberla visto.
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