Las mujeres sufren el doble de problemas crónicos de salud que los hombres en Andalucía
Un informe de la Consejería de Salud revela que el dolor, las migrañas y la artritis son las dolencias más frecuentes entre las mujeres, cuya vulnerabilidad se incrementa con la edad y la clase social.

Las mujeres en Andalucía padecen casi el doble de problemas crónicos de salud que los hombres, según el estudio Análisis de situación de las desigualdades de género en salud en Andalucía, elaborado por la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y publicado por la Consejería de Salud y Consumo. El informe, presentado el 31 de agosto, analiza las características de la población adulta y pone de relieve que la brecha de género en salud se amplía con la edad y las desigualdades sociales.
El dato más llamativo es que el 71,8% de las mujeres mayores de 15 años sufre alguna enfermedad crónica frente al 60,8% de los hombres. De media, cada mujer padece 2,2 problemas crónicos frente a los 1,4 de los hombres, con una brecha de género de 0,8. Esta diferencia aumenta con la edad: entre los mayores de 75 años, las mujeres presentan una media de 4,9 dolencias frente a las 3,8 de los hombres.
El estudio también refleja diferencias territoriales. Las mujeres de Málaga y Jaén son las que declaran más problemas crónicos por persona (3,0 de media), mientras que los hombres de Almería y Sevilla muestran el menor número (1,1). Málaga encabeza la lista en cuanto a mayor brecha de género en salud.
Entre las dolencias más frecuentes destaca el dolor, con especial prevalencia del dolor de espalda, las migrañas y las cefaleas. A estas se suman la artritis, las varices, la osteoporosis, los problemas tiroideos y la fibromialgia, patologías que afectan más a mujeres. En el caso de los hombres, la prevalencia es mayor en diabetes, enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares.
Los investigadores subrayan que esta desigualdad no responde únicamente a factores biológicos, sino también a determinantes sociales y culturales. La carga de los cuidados, los roles de género, la precariedad laboral y el menor acceso a recursos afectan directamente a la salud femenina, especialmente en las clases sociales menos privilegiadas.
El informe también analiza hábitos de vida relacionados con la salud. Las mujeres consumen más fruta a diario y presentan mejores cifras de adherencia a la dieta mediterránea que los hombres, aunque realizan menos ejercicio físico y duermen menos horas de descanso. En cuanto al consumo de tabaco, se ha reducido en ambos sexos en los últimos cinco años, con mayor abandono entre los hombres. Sin embargo, el alcohol y otras drogas, salvo tranquilizantes e hipnóticos, son más consumidos por ellos.
Las conclusiones del estudio refuerzan la necesidad de políticas públicas que reduzcan las desigualdades de género en salud, abordando tanto los factores biológicos como los sociales y culturales. “Las mujeres no solo viven más años, sino que también los viven con más enfermedades crónicas, lo que exige adaptar la atención sanitaria a esta realidad”, señalan desde la Consejería de Salud.
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