La iniciativa impulsada por Medio Ambiente y la Fundación Savia, en la que se han inscrito un centenar de familias, tendrá continuidad el próximo 11 de diciembre con una segunda jornada de plantaciones
Las plantaciones de la campaña ‘Un nacimiento, un árbol’, puesta en marcha por el Ayuntamiento de Chiclana, a través de la Delegación de Medio Ambiente, y la Fundación Savia y en la que finalmente se han inscrito un centenar de familias chiclaneras, comienzan este sábado, a partir de las diez de la mañana, en el Parque del Doctoral.
Debido a la gran acogida con la que ha contado la iniciativa, los primeros 50 inscritos procederán a la plantación de su árbol en esta primera convocatoria, mientras que la otra mitad de participantes realizarán lo propio en una segunda tanda de plantaciones que tendrá lugar el 11 de diciembre en el mismo escenario.
Un cartel conmemorativo, con un código QR que dirigirá a una publicación digital con la ubicación del arbolado y la relación que cada ejemplar con los nuevos bebés, también será ubicado en el lugar, de forma que la vinculación de los neonatos y su árbol sea manifiesta. Las familias participantes recibirán además un diploma conmemorativo de su participación.
El delegado Municipal de Medio Ambiente, Roberto Palmero, ha destacado la acogida que ha alcanzado la iniciativa, indicando que “no esperábamos tener que realizar la plantación en dos sesiones, pero al encontrarnos con una participación superior a la esperada hemos decidido doblar la actividad para que los operarios que colaborarán en la plantación puedan atender a todas las familias de la forma más adecuada”.
Asimismo, Palmero aventuró que “dada la gran respuesta con la que ha contado la campaña estamos barajando la posibilidad de ampliarla a 2022, de tal forma que se mantendría abierta la inscripción. Así se procedería a sucesivas plantaciones progresivamente en otros espacios públicos del municipio”.
Hay que recordar que el objetivo de esta iniciativa es asociar el nacimiento del bebé a la plantación de un árbol, implicando a la familia y ofreciéndole una referencia de la ubicación, la especie, información de sus cuidados y longevidad y lograr con ello un vínculo, un lazo afectivo entre la nueva vida de la persona y el crecimiento del árbol. Todo ello, de cara a aumentar el compromiso y conciencia, reforzando la identidad y pertenencia y una mayor sensibilidad a las posibles inclemencias a las que pueda ser sometido el patrimonio natural. No es más que llevar a cabo de otra forma una campaña de concienciación, de forma que la gente pueda sentir como suyos estos árboles.