En la provincia de Cádiz, cerca de 400 personas fallecieron a causa de este tipo de tumor en 2020, mientras que la tasa de prevalencia (número total de afectados) se situó en más de 2.500 personas
Unos 6.000 andaluces fueron diagnosticados el pasado año de cáncer colorrectal, un tumor que sigue creciendo en nuestra sociedad y se consolida como el segundo con mayor índice de mortalidad y tercero en prevalencia en Andalucía, según los datos que maneja la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM), de los que ha informado con motivo del Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Colon, que se celebra mañana 31. De hecho, el cáncer colorrectal (colon y recto) es el de mayor incidencia en España, del que se prevén más de 40.000 nuevos casos para este año 2021 (unos 30.000 sólo de colon). En los últimos cincos años, la tasa de incidencia del cáncer de colon creció en Andalucía más de un 8% y se prevé que siga aumentando en el futuro, según los datos de GLOBOCAN (Global Cancer Observatory) y el informe Las cifras del cáncer en España.
En la provincia de Cádiz, más de 900 personas fueron diagnosticadas con cáncer colorrectal en 2020 y cerca de 400 fallecieron a causa de este tipo de tumor. Asimismo, la tasa de prevalencia (número total de afectados) se situó en más de 2.500 personas.
A pesar de ello, la buena noticia es que más del 60% de los pacientes con este tipo de tumor conseguirá superarlo gracias a los avances en los tratamientos oncológicos y a las nuevas técnicas de detección precoz, cuestión esta última que los oncólogos médicos destacan de manera notable y que está permitiendo que la supervivencia y la calidad de vida de las personas con este tipo de cáncer aumente en los últimos años. La tasa de supervivencia del cáncer colorrectal ha crecido en España hasta situarse en un 63,9% en las mujeres y un 63,1% en hombres.
En este sentido, los expertos de la SAOM subrayan la importancia de los programas de cribado de cáncer colorrectal, como el programa de diagnóstico precoz que ya está implantado en Andalucía y que es una herramienta clave para la detección temprana de la enfermedad en la población de riesgo. No obstante, los oncólogos insisten en la necesidad de continuar apostando por fomentar la adherencia a este programa de cribado entre la población andaluza. “Este programa es de gran utilidad, es eficaz y sirve para detectar lesiones premalignas o casos en estadios iniciales, lo que nos permite actuar lo antes posible en estos pacientes. Por ello es crucial que las personas se adhieran al programa cuando reciban la carta invitándoles a participar. Principalmente, la población diana, que son aquellos andaluces con edades comprendidas entre los 50 y los 69 años”, señala la dra. Julia Alcaide, coordinadora del Grupo de Trabajo de Cáncer Digestivo Colorrectal de la SAOM y oncóloga en el Hospital Regional Universitario de Málaga.
“Andalucía ha dado un gran paso con la implantación de este programa de cribado y diagnóstico precoz del cáncer colorrectal, pero hay que insistir en él”, añade Alcaide. Sobre todo, teniendo en cuenta la situación actual de pandemia de la COVID-19, “que puede haber afectado a la hora de que las personas llamadas a participar en este cribado no lo hayan hecho durante estos últimos meses. Hay que insistir en el mensaje de prevención y diagnóstico precoz, es clave para seguir avanzando contra el cáncer de colon”.
Asimismo, “nuestra comunidad se ha consolidado con un gran nivel de excelencia en el abordaje multidisciplinar, tratamiento y atención de los pacientes con cáncer, destacando asimismo en la investigación de nuevas terapias. Los centros andaluces juegan un papel importante en el desarrollo de diversos ensayos clínicos con reclutamiento abierto sobre tumores digestivos -algunos de ellos sobre cáncer colorrectal- a los que se puede acceder a través de la Red Andaluza de Ensayos Clínicos en Oncología (RAECO)”, indica el presidente de SAOM, el dr. Antonio Rueda. Esta red, promovida por la SAOM es una plataforma disponible para todos los profesionales de la oncología en la comunidad que se ha situado como una referencia pionera en España, y que mejora las posibilidades de médicos y pacientes de beneficiarse de la mejor opción terapéutica disponible en los hospitales andaluces.
Entre estos ensayos destacan los ensayos clínicos en neoadyuvancia para el cáncer de recto y los ensayos en enfermedad avanzada en fase I, II y III realizados con inmunoterapia y nuevos fármacos para el cáncer colorrectal, o bien que estudian la mejor secuencia terapéutica a seguir en estos pacientes.
El cáncer colorrectal es el que mayor incidencia tiene en España y Andalucía si sumamos ambos sexos, por encima de los de próstata y mama, y el segundo con mayor tasa de mortalidad tras el cáncer de pulmón, con unos 2.600 pacientes fallecidos en la comunidad andaluza en 2020. Por sexos, es el segundo cáncer más diagnosticado en hombres y mujeres y también el segundo más prevalente (con unos 18.000 pacientes), después del de próstata en hombres y el de mama en mujeres. Según los últimos datos sobre el cáncer en España, la incidencia del cáncer colorrectal en 2021 en ambos sexos alcanzará más de 43.000 nuevos casos, con un mayor número de casos en hombres que en mujeres.
Según explica la dra. Julia Alcaide, coordinadora del Grupo de Trabajo de Cáncer Digestivo Colorrectal de la SAOM, además de seguir avanzando en el tratamiento oncológico en este tipo de tumor y en su diagnóstico precoz, tenemos que continuar haciendo hincapié en la prevención y en eliminar los factores de riesgo que están más directamente vinculados al cáncer de colon o al cáncer en general. “Si un cáncer se previene o se detecta a tiempo puede hay muchas más posibilidades de curación y se puede reducir su mortalidad hasta en un 40%”. Entre estos factores de riesgo se incluyen aquellos vinculados a un estilo de vida poco saludable, como el consumo de alcohol, el tabaquismo, el sedentarismo o la obesidad, de manera que, si se evitan y se añaden otros hábitos como realizar ejercicio físico regularmente y llevar una alimentación saludable, rica en frutas y verduras, se puede disminuir el riesgo de padecer un cáncer.