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Sáb. Nov 23rd, 2024

Mons. Zornoza: “La Iglesia vive porque todos sus miembros colaboramos con ella y por ella”

Coincidiendo con la celebración del Día de la Iglesia Diocesana, la Catedral de Cádiz ha acogido esta mañana una nueva entrega de las medallas Pro Ecclesia Gadicense et Septense.

Esta distinción, que se presentó en el marco del Año Jubilar por el 750 Aniversario del Traslado de la Sede de Medina Sidonia a Cádiz y el 600 de la creación de la diócesis de Ceuta, reconocen la dedicación de personas de nuestra diócesis en favor de la Iglesia en ámbitos como la atención a la comunidad parroquial, la caridad o el desarrollo de iniciativas pastorales.

Así, en este día en el que se da a conocer y se valora la labor que hace la Iglesia, que hacemos todos, dentro de la iglesia diocesana y se da las gracias por la generosidad de todos los fieles que hacen que seamos una parroquia viva, apasionada por Jesucristo y entregada a los demás, han recibido este galardón, de manos del obispo diocesano, Mons. Rafael Zornoza: Jerónimo Vicente, secretario y coordinador de la Fundación Centro Tierra de Todos; José Ortega Díaz, director de Cáritas parroquial de Nuestra Señora del Carmen (Algeciras); y Diego Mejías, sacristán perpetuo de la Parroquia de San Benito (Puerto Real).

Durante la ceremonia, Mons. Zornoza refiriéndose al lema del Día de la Iglesia Diocesana, Gracias por tanto, aseguró que “la Iglesia vive porque todos sus miembros colaboramos con ella y por ella, al mismo tiempo que nos beneficiamos de su amor, de su fraternidad, de la vida de la gracia y los sacramentos, de la escucha del Evangelio y del consuelo de la caridad”.

Por otro lado, el obispo diocesano destacó la importancia de la fe en el mundo de hoy. “Tenemos que reconocer que la fe va unida a la esperanza. Tener fe es vivir en la esperanza y es la que nos hace abundar nuestra caridad, por la que nos podemos entregar a los demás y a la Iglesia. Le pedimos al Señor que sigamos siendo portadores de esperanza en un mundo que necesita por encima de todo ese sentido de eternidad, para creer en uno mismo, en el proyecto y en la vocación”.

De esta manera, al finalizar la ceremonia, Mons. Rafael Zornoza hizo entrega de las medallas, disculpando a Diego Mejías, que no pudo asistir por tener que atender asuntos personales.

Perfil de los galardonados:

José Ortega Díaz, es director de Cáritas de la Iglesia de Ntra. Sra. de la Palma de Algeciras. Esposo y padre de tres hijos se diplomó cuando era muy joven en Ciencias Empresariales para posteriormente encargarse de la empresa familiar hasta su jubilación.

A pesar del poco tiempo del que disponía, siempre era capaz de encontrar un hueco para mostrar su compromiso con las personas más desfavorecidas y ayudar a los demás. Pepe es una persona de sólidas y profundas convicciones cristianas, plenamente comprometido con la Iglesia y con su parroquia, solidario y que encuentra en el Señor la fuerza necesaria para luchar por los más necesitados, y hacer la vida un poco más fácil a los demás.

Actualmente, y desde hace cinco años, es el director de la Cáritas de esa misma Parroquia, responsabilidad desde la que sigue demostrando diariamente su compromiso con la caridad cristiana y con la ayuda a los colectivos más vulnerables.

Ese compromiso, que le lleva a estar siempre dispuesto a ayudar, le hace ser demandado por otras muchas organizaciones benéficas de la plaza a las que siempre corresponde con su trabajo y esfuerzo, siendo colaborador habitual en el Banco de Alimentos del Campo de Gibraltar y en el comedor social “Padre Cruceyra”, de Cáritas Diocesana en Algeciras.

Por su concepción de la caridad cristiana, convencido de que ayudar a los demás es una de las tareas más hermosas que se pueden desarrollar, su actuación ha trascendido del ámbito de su parroquia y la ha desarrollado por toda la ciudad, siendo su labor muy conocida en Algeciras.

Pepe cuenta con el reconocimiento, respeto y el cariño de todos los que le conocen. 

Jerónimo Vicente Ruíz, nació en Cádiz y es esposo y padre de dos hijos. Cuando se confirmó conoció al P. Gabriel Delgado, convirtiéndose en padre y mentor con el que estuvo trabajando y compartiendo hasta su muerte en noviembre de 2021.

Desde joven ha estado muy comprometido con el mundo obrero y constituyó cooperativas para combatir el paro juvenil. Fue fundador de la Asociación Nivel, de la Fundación Construyendo Futuro y de la Asociación Cardijn –de la que es actual secretario-. En esta última, implementó acciones dirigidas a contribuir a la mejora de la Iglesia Diocesana con la construcción de los actuales bancos de la Iglesia de Santa Cruz, la restauración de la Biblioteca y patio del Seminario Diocesano, la demolición y construcción de la tercera planta del edificio del Obispado de Cádiz y Ceuta entre otras.

Actualmente, es Secretario y Coordinador de la Fundación Centro Tierra de Todos desde su constitución. Tanto la Fundación Centro Tierra de Todos como la Asociación Cardijn están al servicio de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, a través de su Secretariado de Migraciones. 

Diego Mejías Tocino, nacido en Puerto Real (Cádiz). Fue educado en el seno de una familia humilde y trabajadora, marcada bajo la penumbra de la posguerra civil española, por las penurias que ésta acarreó. La escasa subsistencia señaló una sencillez que forjaría su convicción religiosa. Diego es esposo y padre de cuatro hijos y desde la inauguración de la actual Parroquia de San Benito Abad, el 26 de enero de 1988, hasta la actualidad, ejerce la labor de sacristán de la misma ininterrumpidamente. En estos treinta y cuatro años al servicio de la Iglesia, ha ayudado en misas, bautizos, comuniones y funerales; ha sido catequista de niños en su formación para recibir la Primera Comunión; ha conocido y acompañado a todos los párrocos de esta iglesia y ha conocido también a los últimos cuatro obispos de la Diócesis de Cádiz y Ceuta.

Hoy, a sus ochenta y un años, Diego Mejías continúa colaborando como sacristán. Ni las adversidades, ni su avanzada edad, ni su enfermedad han podido frenar el ímpetu que brota de su joven espíritu lasaliano para continuar hacia adelante en el mismo lugar donde el destino y el amor por Cristo y María le reservaría uno de los rincones más especiales que guarda en lo más profundo de su corazón, la Parroquia de San Benito Abad.

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