Han sido meses de trabajo con el objetivo de cumplir los plazos y entregar la última de las cinco corbetas en el año 2024
Navantia ha llevado a cabo con éxito la maniobra de botadura de la primera de las cinco corbetas construidas para la Marina de Arabia Saudí (RSNF). El buque, bautizado con el nombre de AL-JUBAIL, se ha deslizado desde la grada número 2 hasta el mar en el astillero de San Fernando y ha sido presidido por el Comandante de la Marina Saudí, Vicealmirante Fahad Bin Abdullah Al-Ghofaily; por la presidenta de Navantia, Susana de Sarriá; por el CEO en funciones de SAMI, Walid Abukhaled; y por el ALARDIZ, Vice Almirante Ricardo A. Hernández López.
La ceremonia ha comenzado con la lectura de unas palabras del Corán, realizadas por el Comandante de la Marina Saudí, tras lo cual se ha mostrado un vídeo sobre la ciudad Al-Jubail (ciudad que da nombre al barco) y un timelapse resumen de la construcción y que puede ser visto en la web de Navantia. A continuación, los himnos de Arabia Saudí y España han dado comienzo a los discursos.
El Comandante de la Marina Saudí ha resaltado la importancia de este proyecto, contratado a Navantia, como uno de los programas más importantes de adquisición en cuanto a capacidades, que refleja una sólida relación entre España y Arabia Saudí, y que refuerza la cooperación entre las dos Armadas en construcción, formación y training. Además, ha señalado que el éxito de este programa es clave para programas futuros.
El CEO en funciones de SAMI ha expresado su orgullo por la fuerte relación entre SAMI, Navantia y la Marina Saudí, y por la valiosa colaboración que se ha visto reflejada en el lanzamiento del primer sistema de combate saudí, desarrollado íntegramente por SAMI, que representa un pilar fundamental para el desarrollo de las capacidades locales.
La presidenta de Navantia ha puesto de manifiesto su compromiso con la Marina Saudí para repetir el modelo de colaboración conseguido con la Armada Española y Marina Australiana, y ha destacado el propósito de Navantia de contribuir al desarrollo de las capacidades navales e industriales del país a través de otros futuros programas.
A continuación, el padrino de la botadura, el Comandante Fahad Bin Abdullah Al-Ghofaily, ha ordenado al Capitán Abdullah Alshehri, director de la oficina del programa, el corte de cinta en su nombre y la corbeta AL-JUBAIL ha comenzado su deslizamiento por la grada hasta tocar agua por primera vez.
La corbeta AL-JUBAIL tiene una eslora de 104 metros, una manga de 14 y será capaz de transportar a un total de 102 personas entre tripulación y pasaje. Alcanzará una velocidad máxima de 27 nudos y, entre otros aspectos, tiene capacidad para llevar a bordo provisiones para 21 días.
El diseño de las corbetas es de última generación, maximizando a la vez la participación de Navantia mediante la incorporación de productos propios, como el sistema de combate CATIZ, el sistema de comunicaciones integradas HERMESYS, la dirección de tiro DORNA, el Sistema Integrado de Control de Plataforma y el puente integrado MINERVA, junto con otros equipos desarrollados por Navantia bajo licencia, como los motores de MTU o las cajas reductoras de RENK.
Desde que se realizara el corte de la primera plancha, en enero de 2019, todos los talleres de Navantia San Fernando y también de Puerto Real han trabajado sin descanso para que este primer buque esté finalizado. Esta primera corbeta ha podido ser finalizada con éxito pese a la disminución de la actividad provocada por la pandemia del Covid-19. Precisamente, los protocolos de seguridad aprobados por Navantia han marcado este evento, en el que todos los asistentes han accedido con mascarilla y guardando la preceptiva distancia de seguridad.
A partir de ahora, el objetivo es volver a los plazos iniciales, de manera que la siguiente corbeta pueda ser botada el próximo mes de noviembre. De hecho, tras la ceremonia de botadura, el Capitán Abdullah Alshehri ha podido ser testigo del avance en la construcción de la segunda unidad, “Aldiriyah” en la grada 3.
Este contrato, en vigor desde noviembre de 2019, fortalece el futuro inmediato de Navantia y beneficia a todos los astilleros de la compañía y a su industria auxiliar, en especial, a toda la Bahía de Cádiz.
Concretamente supondrá una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas que, traducido a empleo, alcanzarán la cifra de 6.000 anualmente durante los próximos 5 años, De estos, más de 1.100 serán empleados directos, más de 1.800 empleados de la Industria Auxiliar de Navantia y más de 3.000 empleados indirectos generados por otros suministradores. Serán más de 100 las empresas auxiliares que colaboren en el mismo.
El programa, cuyo último buque deberá ser entregado en el año 2024, incluye además de la construcción, el Apoyo al Ciclo de Vida durante cinco años, desde la entrega del primer buque, con opción a otros cinco años adicionales.
Por otro lado, el contrato también incluye el suministro de varios servicios tales como, apoyo logístico integrado, adiestramiento operacional y de mantenimiento, suministro de Centros de Formación y Adiestramiento para el Sistema de Combate y Sistema de Control de Plataforma de los buques, el Apoyo al Ciclo de Vida, anteriormente citado, y los sistemas para el mantenimiento de los buques en la Base Naval de Jeddah.