Navantia San Fernando celebra la botadura del patrullero de altura para la Marina Real de Marruecos
El astillero de Navantia en San Fernando pone en marcha una embarcación tecnológica y eficiente que reforzará la flota marroquí en un acto con autoridades españolas y marroquíes

El astillero de Navantia San Fernando celebró el 27 de mayo la botadura del patrullero de altura construido para la Marina Real de Marruecos, un hito que consolida la cooperación naval entre España y Marruecos y subraya la capacidad tecnológica y productiva del astillero gaditano.
El acto contó con la presencia de autoridades locales y regionales, entre ellas la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada; la alcaldesa de Puerto Real, Aurora Salvador; la subdelegada del Gobierno en Cádiz, Blanca Flores; y la delegada de la Junta en Cádiz, Mercedes Colombo. También asistió el vicealmirante Rubén Rodríguez Peña, jefe del Arsenal de Cádiz.
Alberto Cervantes, director de Negocio de Corbetas y Buques de Acción Marítima de Navantia, dio la bienvenida a los asistentes y destacó la importancia de cumplir con éxito este encargo, que forma parte de una serie de proyectos ya previstos para la compañía. Durante su intervención, recordó al fallecido José Antonio Rodríguez Poch, quien inició el programa con Marruecos.
El representante de la Marina Real de Marruecos, el capitán de navío mayor Mohammed El Fadili, resaltó la relevancia del proyecto como reflejo de los lazos de amistad y cooperación entre ambos países y valoró las características tecnológicas avanzadas del patrullero. Señaló que esta embarcación se integra en la modernización decidida por el rey Mohamed VI para garantizar una flota eficaz, polivalente y duradera, capaz de afrontar los desafíos de seguridad marítima actuales.
Por su parte, Ricardo Domínguez, presidente de Navantia, subrayó que este programa representa un hito constructivo y la fortaleza de una colaboración consolidada con Marruecos, además de ser un compromiso conjunto con la seguridad y la excelencia tecnológica. Domínguez agradeció el esfuerzo colectivo de la plantilla y la industria auxiliar implicada.
Tras los discursos, Alberto Cervantes y Mohammed El Fadili activaron el mecanismo que permitió que el patrullero descendiera por la grada número tres hasta el mar, iniciando su primera etapa en el agua.
El patrullero, la construcción número 565 de Navantia San Fernando, tiene una eslora de 87 metros y una manga de 13 metros, con capacidad para una dotación de 60 personas a bordo. Su desarrollo ha supuesto más de un millón de horas de trabajo y ha generado alrededor de 1.100 empleos directos, indirectos e inducidos durante los tres años que duró la construcción.
Este proyecto incluye un paquete integral de apoyo técnico-logístico con repuestos, herramientas, documentación y formación técnica para la Marina Real de Marruecos en España. La embarcación está diseñada para garantizar largos periodos de despliegue con costes operativos y de ciclo de vida muy reducidos, manteniendo operabilidad, mantenibilidad y fiabilidad incluso con una dotación reducida.
Con esta botadura, Navantia San Fernando reafirma su papel estratégico en la construcción naval militar y su compromiso con proyectos internacionales de alto valor tecnológico y estratégico.