Quiero una rebelión, de obreros y campesinos, de mayores y niños, que aniquilen al capital, en los pueblos y en la capital, donde se paren los relojes, en colegios y hospitales.
Quiero una rebelión de donde nazca un nuevo mundo, una rebelión que la siga todo el mundo, para las nuevas generaciones y en todas las naciones.
Quiero una rebelión de todos los trabajadores, donde triunfen los corazones, para los que pasan hambre, para la mujer y el hombre, que alumbren nuevos días, donde mi vida sea mía.
Quiero una rebelión, para que el gobierno de nuestro país y sus decisiones políticas no se realicen a espalda y en contra de los intereses de la ciudadanía.
Quiero una rebelión, para impedir que partidos como Ciudadanos manipulen la voluntad popular y pacte con el PSOE una cosa y meses después justamente lo contrario con el PP.
Quiero una rebelión, para no pagar una deuda ilegitima y artificial, donde según datos del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, de las 181 naciones que hacen parte de sus organismos, solamente Taiwán, Brunei, Palaos. Macao, y Liechtenstein no tiene en la actualidad deudas. Mientras Europa, Estados Unidos, Reino Unido y China se ahogan en una deuda externa que alcanza cifras que superan con creces el Producto Interno Bruto (PIB). Por eso creo que ha llegado el momento para que esto cambie y para ello la única forma posible es una rebelión.
Quiero una rebelión, para que no nos siga imponiendo los políticos que nos dicen representar unos pocos.
Quiero una rebelión , para que se cumpla el artículo 6 de nuestra Constitución que nos dicen que los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos.
Quiero una rebelión, para que nos afiliemos masivamente en estos, para impedir que la voluntad popular solo se pueda expresar cada cuatros años, estoy convencido que nos daría más rédito que las múltiples movilizaciones y manifestaciones. ¿No os dais cuenta que somos más? ¿No sabéis que los dos grandes partidos de vuestra ciudad, difícilmente llega a representar entre los dos el 1% de la población?
Participemos desde dentro e impidamos que siga siendo el instrumento capitalista para impedir la necesaria rebelión ciudadana.
Quiero una rebelión, para impedir unas terceras elecciones y los recortes que de manera clandestina y a espalda de la voluntad popular se nos esté haciendo en estos meses, unos recortes pactados en Bruselas y llevado a cabo mediante el freno de las inversiones públicas, todo ello avalado por la interinidad del Gobierno.
Quiero una rebelión, para que la deuda la paguen ellos, porque son solo ellos quien está en deuda con todos nosotros.