Cuando los sectores antidemocráticos de nuestro país a finales de los 70 estaban en completa retirada, hubiese sido el momento de refundar nuestro país, no haber aceptado al designado por el dictador como Jefe del Estado, habernos equiparado al resto de los países de nuestro entorno, y ahora no tendríamos a los hijos y nietos de aquellos que nos torturaron durante 40 años.
Esos mismos, que juegan con nosotros y nos amenazan con unas nuevas elecciones, mientras los problemas del país siguen aparcados y ellos siguen viajando en los vehículos del derroche, la opulencia y el placer, con el dinero de todos.
Cada día que pasa, somos más los que vemos que hubiese sido necesario haber realizado la ruptura, porque lo que es evidente es que tenemos una democracia escrita, pero carece de contenido y los españoles estamos pagando por ello.
Corría el mes de octubre del 2010, cuando el entonces presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, resumía su ideario sobre la crisis económica. “Los trabajadores deben «trabajar más y, desgraciadamente, ganar menos». «Es muy duro decirlo, pero es la verdad».
Este señor que se encuentra en prisión, se manifestaba en términos como, no se trabaja lo suficiente en España, algo que según él, suponía un lastre para la economía.
Veía una deficiente productividad de los españoles y reducía la situación a un tema de horas por semana. Al principio de la democracia se trabajaban 48 horas semanales, que han pasado a ser 40 oficiales, pero de las que, en realidad, sólo son efectivas 38 horas, explicaba.
«Si no se aumenta la productividad y si no se tienen los costes salariales adecuados, la empresa acaba cerrando y ese trabajador que quiere cobrar más al final no acaba cobrando más que el paro», aseguraba.
«Es imposible estar trabajando 38 horas y pensar que se va a salir de la crisis»
Además, Díaz Ferrán explicaba que «los empresarios ya estaban ganando menos, e incluso hay muchos que ya estaban perdiendo».
Estas son las políticas que están llevando a cabo el gobierno de Rajoy. Y todavía hay gente en el PSOE que piden a su partido que facilite un gobierno del PP, sin importarle traicionar a su fundador Pablo Iglesias, porque sus intereses no tienen nada en común con la inmensa mayoría de los ciudadanos de nuestros país y sí mucho con las puertas giratorias de donde son junto a sus colegas del PP, los beneficiados, de esta crisis ficticia que alientan y alimentan.
En el momento proceso histórico en que nos encontramos, podemos pedir muchas cosas, pero hay una que consideramos esencial: Traigamos la democracia y ello significa listas abiertas, limitación de mandatos, no privilegios, equiparación de nuestros sueldos a los europeos, nacionalización de la banca y sobre todo que por una vez por toda seamos los españoles los únicos dueños de nuestro destino.